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Indice
1. Inmigrantes
2. Descendientes de inmigrantes
En este trabajo reúno información acerca de algunos de los inmigrantes que se destacaron en la escultura -Gyula Kósice, Carmelo Arden Quin y Antonio Pujìa, entre otros-. Incluyo también a quienes, sin establecerse en nuestro país, dejaron aquí obras memorables.
Me refiero asimismo a Rogelio Yrurtia, Pablo Curatella Manes y otros escultores descendientes de inmigrantes.
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Alemanes
Martín Blaszco nació en Alemania en 1920. “Arribó al país en 1939. Integra el grupo fundador del movimiento Madí. Participa, en el año 1952, en un concurso para el "Monumento al prisionero político desconocido" (obra que se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires), del cual obtiene una distinción. Para realizar sus obras parte del ritmo puro y dinámico y en las mismas resalta una actitud expresiva. Poseen siempre carácter de continuo movimiento. Expuso en la Bienal de San Pablo; en la Tate Gallery (1952) y en la Bienal de Venecia (1956)”. Fue distinguido con la “medalla de bronce en la Feria de Bruselas (1958) y (el) Gran Premio de Honor de la Ciudad de Buenos Aires (1960). Exhibe en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y en el Centro Pompidou de París”.
“Hacia 1962-63, comienza para Blaszko una nueva etapa. No abandona la bipolaridad en los ritmos, sino que busca intensificarla en un movimiento de oposición y de lucha. En un escrito de la revista ‘Leonardo’ él dice: ‘El fenómeno de la bipolaridad se convierte para mí en la esencia de mis trabajos’ En sus obras ‘Júbilo’ (1964), ‘Liberación’ (1964-65), ‘El eterno femenino’ (1966), ‘La protesta’ y ‘La Montaña’ (1968), la materia no aparece aislada como en sus trabajos puristas y concretistas; sino que se acerca a las características del expresionismo. En sus obras ‘Equilibrio, 1,2,3...infinito’ (1970, cemento, colección del artista), ‘Conflictos ineludibles’ (1980; bronce; colección del artista) y ‘Júbilo’ (1988), utiliza diferentes magnitudes y crea por medio de la sensibilidad imágenes anímicas. Su deseo sería ‘encontrar la unidad de todas las cosas... para poder fijar y hacer visible el movimiento de creatividad y de fuerza vital’ “ (1).
Notas
1. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Tomo III. Buenos Aires, Clarìn, 2002 / S/F: en www.oni.escuelas.edu.ar
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Checoeslovacos
El artista plástico coleccionista y marchand Federico Klemm nació en Checoeslovaquia en 1942; falleció en Buenos Aires en 2002. “Vivió en la Argentina desde 1948. De muy joven estudió, de manera autodidacta, a Picasso, Toulouse Lautrec, Van Gogh y a pintores argentinos. Luego entró en contacto con el Instituto Di Tella. Su obra incluye el desarrollo de ambientaciones, de muebles concebidos como esculturas y, en pintura, de imágenes humanas en perspectiva hiperrealista. En 1995 creó la Fundación Federico Jorge Klemm” (1).
Notas
1 Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
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Españoles
Ulpiano Checa (Colmenar de la Oreja, Madrid, 1860 – Francia, 1916), es autor de óleos, acuarelas, grabados y esculturas. “Tras una estada en París, donde contrajo matrimonio con una argentina, Matilde Chaye Courtez, hizo varios viajes a nuestro país que marcaron su trayectoria. En el último de ellos, realizado en 1906, pintó un monumental retrato ecuestre del general Bartolomé Mitre (1821-1906), que recientemente fue restaurado. (...) En Madrid, Checa cursó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios y en la Escuela de Bellas Artes. Entre 1884 y 1888 vivió en Roma, donde recreó escenas de la vida durante el imperio, con sus circos, carreras de cuadrigas y batallas " (1).
Vicente Nadal Mora, nacido en 1895, “se inició en el dibujo y la pintura en la Academia de Bellas Artes de Palma de Mallorca y se trasladó a Buenos Aires, en 1909, donde trabajó como escultor en las obras del Palacio de Justicia, las que nunca fueron colocadas” (2). Falleció en dicha ciudad en 1957.
El escultor y grabador José Planas Casas “nació en Torroella de Montgrí, Cataluña España el 28/01/1900 y falleció en Santa Fe el 8/07/1960. Se radicó en nuestro país en 1911, optando por nuestra ciudadanía en 1925. Estudió en la Escuela de la Asociación Estímulo de Bellas Artes. En 1940 se incorporó como Profesor de Escultura de la Escuela Prov. De Bellas Artes de Santa Fe, cuya dirección ejerció desde 1942. Actuación Artística: Desde 1927 Salón Nacional y otros certámenes del interior del país. Exposiciones Individuales : Amigos del Arte; Müller; Paraná (Entre Ríos); Concepción del Uruguay (Entre Ríos). Premios : Salón Nacional 1934 : 2º Premio Escultura; Salón Rosario 1929 : Premio Adquisición Escultura; Salón Santa Fe 1944 : Gran Premio Escultura; 1948 : Premio “Gobierno de Santa Fe” Grabado; 1949 : Premio “Comisión de Bellas Artes” Dibujo; 1952 : 1º Premio Escultura” (3).
David Vallmitjana nació en 1903. “Vivió en París (Francia), Caracas (Venezuela) y se estableció en la Argentina. Realizó numerosas obras entre las que se destaca una cruz de oro y esmalte a pedido de Harry Truman, que era presidente de los EE.UU. Creó un cáliz de oro y perlas para el nuncio de Su Santidad. Expuso en el país y en el extranjero, como en la Tower Gallery de Chicago (EE.UU.)” (4).
Notas
1 Lehmann, Graciela: “Muestra itinerante La obra de Ulpiano Checa llegó al Museo de Bellas Artes”, en La Nación, Buenos Aires, 10 de febrero de 2006.
2. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Tomo III. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
3. S/F: “José Planas Casas”, en Museo Rosa G. De Rodríguez, ww.digitalmicrofilm.com.ar.
4. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Tomo III. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
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Húngaros
Nacido en 1924, Gyula Kósice fue “uno de los principales integrantes del grupo Madí. Este grupo artístico que trabajó obras abstractas donde sobresalían el juego y la invención, fue fundado en Buenos Aires en 1946 por Carmelo Arden Quin e incluyó a Gyula Kósice, Martín Blaszko, Diyi Laañ y Esteban Eitler, entre otros. El movimiento se inspiró en el arte vanguardista europeo, como el dadaísmo y el constructivismo ruso, e hizo propias las teorías del arte concreto en distintas expresiones. Se discute el origen del término Madí. Para algunos es la sigla del Movimiento de Arte de Invención; para otros, de materialismo dialéctico”.
“En 1941, (Kósice) inició con Royi una serie de esculturas articuladas y giratorias. En 1957 se instaló en París y dio a conocer el manifiesto La arquitectura del agua en la escultura. Entre sus obras emplazadas en lugares públicos se destacan Faro de la cultura (Plaza de la Ingeniería, La Plata) y Victoria (Parque Olímpico de Seúl, Corea del Sur)” (1).
En una entrevista realizada con motivo de la muestra “Gyula Kosice Anticipaciones”, que tuvo lugar en el Centro Cultural Recoleta, se le preguntó por qué eligió el agua como elemento para sus obras. El escultor respondió: “El agua, la elegí porque sentí la necesidad de utilizar un elemento orgánico, que no es nada más ni nada menos que el origen de vida. El origen de vida animal y del ser humano. Es decir, el origen de la vida en general empieza con el agua. Entonces, hubo una necesidad de utilizar un elemento como es el agua, arquitecturizarlo con cierta forma y hacerlo móvil. Porque, aparte del agua, yo considero que en el Cosmos no hay nada estático: todo es movimiento, luz, color. Y las esculturas con agua entran a diferenciarse de las demás esculturas que son completamente estáticas”.
Al preguntársele qué papel juega la luz, manifestó: “Es importante la luz porque justamente creando una metáfora, es para descorrer lo desconocido a través de la luz y que no existan tinieblas. (...) Es qué todo es a partir de la luz, sin luz no hay elementos que puedan tener una existencia propia. No te hablo de la gente que realmente no puede ver, sino que la luz, en sí misma, es transmisión de vida también. (...) yo quiero que mi obra dialogue con la vida. Vos ves que yo, en algunas obras hidrocinéticas, el agua en la superficie cambia permanentemente, es decir que no puedo corregir ese azar. Lo dejo librado a la vida misma a lo que pase”.
Sobre la ciudad hidroespacial, comentó: “la propuesta de la ciudad hidroespacial mía no se trata de ir fuera de la estratósfera, sino a 1.500, 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar y crear estos hábitats que ves acá en la exposición y vivir ahí. Podés volver a tierra, podés tener plataformas para tener un lugar dónde estar, podés volver al mar a los océanos, podes amerizar, aterrizar. Pero el ritual arquitectónico tuvo una polémica cuando vivía Le Corbusier, él no creía en esto. Decía que era una pura utopía. Las utopías, como vos sabes, existen hasta que dejan de existir. Entonces, él me decía no es posible. Entonces, yo dije no. También, cuando Julio Verne dijo que se podía ir a la luna lo tomaron por loco y se llegó a la luna. Cree que viviremos en el espacio: “Será como una vivienda. Eso no quiere decir que no se podrá retornar a la tierra, pero por lo menos la vas a dejar más limpia. Va a haber una relación entre el ser humano y su propio tiempo personal. La levadura de nuestra vida al final es el tiempo. Lograr ese tiempo pero ocupando el espacio”.
En su infancia, tuvo una influencia decisiva: “Me tocó leer, de chiquito, un libro de la vida de Leonardo Da Vinci. Tenía 10 u 11 años y empecé a copiar los diseños de él, más que la pintura. Entonces, yo empecé a ojearlo y me interesaron los dibujos de cómo proyectó la posibilidad de volar del ser humano, cómo inventó el submarino, cómo hizo las máquinas hidráulicas... Inventó tantas cosas que sería muy largo enumerar. Entonces, yo copiaba eso, y bueno, por qué no hacer lo mismo? Hay un elemento que yo insisto, es la tecnología de su propio tiempo, y otro los enunciados de ese tiempo. Por ejemplo, yo en el año 46', ya empecé a hacer con tubos gas neón en escultura y nadie lo había hecho. En Norteamérica, hoy, todos lo están haciendo. Empezamos hacer lo que en Norteamérica llaman sharpcanvas y ya con Madí habíamos hecho el marco irregular recortado, es decir, introdujimos el concepto de ventana en la pintura. Después, empecé con el agua. Ahora, estoy con la ciudad hidroespacial. Pero la última propuesta mía, que ya es totalmente desorbitante, por la cual me dicen ‘más loco todavía’, se llama Irvé. Estoy inventando, utópicamente, algo que yo lo llamo Irvé. Porqué Irvé? Porque tengo que inventar un nombre igual que Madí igual que Royi... En fin...”.
Explica qué es Irvé: “Vivimos en una civilización de pantalla. Qué quiere decir? Vamos al cine, es una pantalla; la televisión, es otra pantalla; los videos, son otra pantallas; Internet, es otra pantalla... Todo lo que es, de alguna manera, una atracción vital e inclusive necesaria de nuestra existencia, pasa por una pantalla; sobre todo, por el computer... Ahora, todo está girando en torno a la pantalla. Entonces, yo digo ‘yo quiero salir de la pantalla. Yo quiero ir al volumen’. La idea es que una máquina proyecte de alguna manera un objeto en el espacio. No lo va a proyectar por disolución sino, simplemente, lo va a trasladar. Yo, en mi caso, haría una exposición de grandes esculturas en el cielo de Buenos Aires, en pleno espacio, sobre el Río de la Plata, pero no holográficamente sino en volumen real. Hay que tener la osadía de que se pueda hacer. Porque todo lo que es imaginado es posible”.
Acerca del arte digital, manifiesta: “El arte digital lo utilicé como una herramienta, no como una finalidad porque sino estaría otra vez en el plano, en la superficie. El arte digital me permite crear animaciones, como la que se puede ver en el video que se está proyectando aquí en la exposición. Me permite animar las cosas y crear la posibilidad de verlas convencionalmente, estando ya en el espacio. Para mi, es una herramienta con unas posibilidades inmensas y con unas variantes que no las podría realizar por un factor de tiempo” (2).
Gyula Kósice dijo en una entrevista: “ ‘He viajado 28 días en barco, y lo único que veía eran las estrellas y el mar. Evidentemente, quedé influenciado por esa travesía’. Habla de su llegada a la Argentina, a los 4 años, proveniente de Kosice, un pueblo de Hungría” (3).
A propósito de una información publicada en La Nación, Eduardo Rabat señala: “En la Revista del 7/11/04 dice que (el maestro Kosice) nació en Hungría y no es así. La ciudad de Kosice es la segunda ciudad de Eslovaquia, y ése es el nombre que adoptó al llegar a la Argentina. Es de ascendencia húngara (su nombre Gyula lo ratifica), pero nació en Eslovaquia. El nombre húngaro de la ciudad es Kassa, pero el apellido que tomó el maestro es el actual de Kosice” (4).
Notas
1. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Tomo III. Buenos Aires, Clarìn, 2002 / S/F: www.bistart.com.ar / S/F: Fundación Konex.
2. S/F: Entrevista, en www.bistart.com.ar, 1999.
3. Repar, Matías: “ENTREVISTA CON GYULA KOSICE, INVENTOR FULL TIME DEL ARTE ARGENTINO ‘El mundo no me necesita, pero para el arte contemporáneo soy inevitable’ “, en Clarín, Buenos Aires, 3 de julio de 2005.
4. Rabat, Eduardo: “Gyula Kosice”, en “Correo”, La Nación Revista, Buenos Aires, 21 de noviembre de 2004.
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Italianos
Luis Giorgi, nacido en 1821, “Fue el arquitecto de la orden Franciscana caracterizado por su sentido escenográfico. En Salta hizo las reformas del interior de la Iglesia de San Francisco y luego de la fachada, en 1870; allí como escultor plasmó las imágenes de ‘San Severo’, en cera; ‘La Purísima’ ubicada en el altar mayor, realizada con pasta y tela encolada; y ‘San Diego de Alcalá’, confeccionada en madera tallada y tela encolada”. Falleció en Catamarca en 1905 (1).
“En 1888 llegó a la Argentina Antonio Curatella (1852-1922) de 36 años de edad, junto a su mujer Clara Manes y sus cuatro hijos: Rosa, José, Francisco y Horacio. Antonio era de Potenza, al sur de Italia y venía en busca de trabajo y para colaborar en la construcción de la ciudad de La Plata, que había sido fundada el 19 de noviembre de 1882. Antonio era un constructor y escultor decorador que realizaba los yesos y molduras que ornaban los frentes de las viviendas. Era un hombre bueno, generoso y trabajador, siempre ayudó a todo el mundo. Pasó largos años en el seminario y todo hacía pensar que iba a ser sacerdote; era también un buen músico y tocaba magistralmente el órgano. Llegó a La Plata con la esperanza de realizar importantes esculturas para el Palacio de la Legislatura, pero otro escultor italiano Vìctor De Pol (1865-1925) consigue la mayoría de los contratos y a Antonio le queda el trabajo de decoración de frentes de las viviendas y edificios públicos. Aquí nace su quinto hijo, María Antonieta y el 14 de diciembre de 1891, a las 11 de la noche, nace Pablo, quien sería uno de los mayores escultores de la historia del Arte de los Argentinos” (2).
En Tribunales “son numerosos los exponentes de la escultura conmemorativa(...) emplazados en diversos lugares” (3). Entre ellos se encuentra el monumento al general Lavalle, realizado por el escultor Pietro Costa.
Este monumento “tiene la particularidad de ser la única torre estatuaria que tiene la ciudad. Su realizador fue el escultor italiano Pietro Costa y se inauguró en 1887. El monumento conmemora la figura del general Lavalle (1797-1841) la columna dórica de aproximadamente 26 metros está realizada en mampostería revestida en piedra arenisca con el escudo de las 14 provincias, mientras que la figura fue esculpida en mármol” (4).
En Moreno, provincia de Buenos Aires, se encuentra la estatua de Mariano Moreno realizada por Costa: “Es la estatua que se encuentra instalada en el centro de la plaza principal de la ciudad de Moreno. Se trata de una verdadera obra de arte confeccionada por el escultor italiano Pietro Costa de Florencia, en mármol de Carrara. Fue el primer homenaje al prócer de Mayo en el país. Su inauguración contó con el padrinazgo del Dr. Nicolás Avellaneda en ejercicio de la presidencia de la República en 1877” (5).
Héctor Ximenes fue escultor, pintor e ilustrador. Nació en Palermo, en 1855. Estudió en la Academia de Bellas Artes de su ciudad natal, bajo la dirección de Ragusa. También recibió lecciones de su padre, el escultor Antonio Ximenes. Ejecutó numerosos monumentos: a Ciceruacchio, en Roma (1880); a Garibaldi, en Palermo (1887); a Bottago, en Parma (1907); a Alejandro II, en Kiev (1911), etcétera. Pasó una temporada en la Argentina y como principal obra realizada en nuestro medio cabe destacar el mausoleo del general Manuel Belgrano, que fue inaugurado en el atrio del antiguo convento e iglesia de Santo Domingo en Buenos Aires el 20 de junio de 1903. Obras suyas son también el monumento al doctor Muñiz, en el Cementerio de la Recoleta en la Capital Federal y otras de menor importancia. Está representado en el Museo Nacional de Bellas Artes y en el Colonial e Histórico de Luján (Buenos Aires). Falleció en Roma en 1926” (6).
El escultor y retratista Camilo Romairone “Llegó a la Argentina en 1870. Refiere José León Pagano que su producción más proficua fue el retrato, género alternado con la escultura funeraria. Autor del monumento a Brandsen en el cementerio de la Recoleta de Buenos Aires, en donde se encuentran asimismo otros monumentos y bóvedas debidos a Romairone. Refiere ‘La Nación’ que entre los primeros escultores extranjeros con que contó la Argentina en la segunda mitad del siglo XIX se halla Romairone; prosigue diciendo el articulista, que casi todos los bustos clásicos en los salones de la Casa de Gobierno, de las facultades y de algunas de las legislaturas provinciales, fueron ejecutados en mármol por el mencionado escultor. Se halla representado en el Museo Histórico Nacional, en el Museo Mitre de Buenos Aires y en el Colonial e Histórico de la Provincia de Buenos Aires, Luján” (7).
En el edificio del Congreso Nacional se puede admirar una obra del escultor Víctor de Pol, nacido en 1865: “Sobre el inicio de la Avenida Entre Ríos se halla el Palacio del Congreso Nacional, una obra del arquitecto italiano Víctor Meano. Se inauguró en 1906, y ocupa una superficie de nueve mil metros cuadrados. Su estilo exterior es grecorromano, con revestimiento de mármol blanco. Por afuera, la planta constituye un basamento de granito gris que apoya un intercolumnio del mismo material de estilo corintio. La amplísima entrada está flanqueada por rampas que conducen al peristilo coronado por un frontón triangular y sendos pórticos a ambos lados. Otros similares adornan los costados del edificio. Por encima del peristilo puede verse una cuádriga de bronce realizada por el escultor Víctor de Pol, y en las esquinas se levantan victorias aladas provistas de trompetas” (8).
Jorge Glusberg recuerda a De Pol, en su “Historia del Museo Nacional de Bellas Artes” (9): “El Museo en fin, es habilitado (...) en la Navidad de 1896: posee entonces 163 obras, expuestas en 5 salas, en el primer piso del edificio levantado para las tiendas Au Bon Marché (que nunca llegaron a ocuparlo), con entrada por Florida 783, casi esquina Córdoba. La sede es, por cierto, alquilada. Dos palabras acerca del Bon Marché. Diseñado por el ingeniero argentino Emilio Agrelo y el arquitecto francés Rolando Levacher, hacia 1888, a la manera de la Galería Vittorio Emmanuele II, de Milán (1867), la honda crisis de 1890 ahogó el proyecto de las grandes tiendas. Hacia 1894 es terminado el sector de Florida/Córdoba, y alrededor de 1898 el de San Martín/Viamonte, que será dedicado a unidades de viviendas. Pero el edificio ha de quedar concluido hacia 1905. El sector de Córdoba/Florida, donde está el teatro Edén, es adoptado por el arte. Además del Museo, se instalan allí la Sociedad Estímulo y su Academia, el Ateneo, La Colmena Artística y los estudios de Angel Della Valle y el escultor Víctor de Pol, entre otros”.
Troiano Troiani nació en Udine, en 1885; falleció en Buenos Aires en 1963. “Estudió en academias de Florencia y Venecia, instalándose en el país en 1910 con una beca otorgada a artistas italianos con motivo de los festejos del Centenario. Uno de sus primeros trabajos fue una serie de esculturas para la Bolsa de Comercio porteña, realizando después una obra similar para el Teatro Grand Splendid. Ganó numerosos premios en su trayectoria artística. Los faroles de la Plaza de los Dos Congresos en Buenos Aires (diseñados en 1929), Centauro, San Francisco, Arquero divino, instalada en La Plata, y Fernando III, que corona el frontón de la fachada de la iglesia colonial de San Fernando de Maldonado, son algunas de sus obras” (10).
Acerca de los faroles de la Plaza de los Dos Congresos, leemos: “Sobre el espacio con granza que rodea la gran Fuente, desde el este dos altas columnas con 20 reflectores cada una sirven para iluminar el Monumento a los dos Congresos. Los singulares 151 faroles artísticos de 1 y hasta 5 brazos, son piezas de hierro forjado, fundidas en la región de Champagne, Francia, diseñados por Troiano Troiani en 1929” (11).
El pintor, escultor y docente Octavio Fioravanti nació en Civitanova en 1894. “Vino muy niño a la Argentina. La vocación fue en èl un signo temprano. A los once años se aproximó al arte en calidad de marmolista, y acudió a un pintor para estudiar dibujo. El maestro –modesto guía sin duda- se llamaba Fernando Santilli, a quien recurrió también su hermano José, el estatuario. El oficio de marmolista lo retuvo por más de una década. Luego se hizo ilustrador. Dibujó para revistas. Vivió luego consagrado a la docencia y a su arte dual, aún cuando dedicó a pintar las horas más continuadas de sus fervores. En rigor, Fioravanti fue el maestro de sí mismo. Pintó figuras, paisajes, naturalezas muertas, animales. He aquí ahora una comprobación de coherencia en el proceso histórico de Fioravanti. Ya sorprendiera la figura en un interior, ya las contemplara en plen air, su objeto principal era definirlas como volumen. Poco le inquietaba la luz cuya fulgencia disuelve lo corpóreo de la forma, reduciéndola a vibraciones cromáticas, según el impresionismo y más aún, conforme a la visión y técnica del neoimpresionismo. (...)” (12).
El pintor, escultor, grabador y dibujante Lorenzo Gigli nació en Renzi en 1896; falleció en San Fernando en 1983. “Se radicó en la Argentina en 1913, donde estudió dibujo y composición. Fue profesor en la Escuela Nacional de Bellas Artes y Profesor de Dibujo en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires. Como docente, formó a varias generaciones de artistas plásticos argentinos. Comenzó a concurrir a los salones nacionales en 1919. Sus cuadros y esculturas fueron llevados a la Bienal de Venecia 1928-30, donde recibieron buenas críticas. En la actualidad, su obra se puede apreciar en el Museo Nacional de Bellas Artes y en el Museo de la Ciudad de Buenos Aires” (13).
Juan Del Prete “Nació en Vasto, provincia de Chieti (Italia) el 5 de Octubre de 1897. En 1909 se radicó en nuestro país, adoptando la ciudadanía argentina en 1929. Aunque registra un breve paso por la Academia Perugino (Buenos Aires) y el taller de la Mutualidad de Estudiantes de Bellas Artes, Del Prete puede ser considerado un autodidacta. En 1926, a raíz de una muestra realizada en Amigos del Arte, donde ya mostraba las tendencias vanguardistas de las que fue precursor en Argentina, logró una beca de esta institución. Residió en París entre 1929 y 1933, integrándose a los movimientos más avanzados del momento, como la "Societé des Surindependents" y el grupo "Abstraction-Creátion-Art Non Figuratif", junto a Mondrian, Nicholson, Calder, Villón, etc. Frecuentó a Torres-García y a Vantongerloo. Al regresar en 1933 a Buenos Aires realizó una gran exposición con las obras que traía de Europa, entre ellas collages y esculturas abstractas, pero debió enfrentar la incomprensión de la crítica y del público. Reiteró su propuesta al año siguiente, con análogo resultado. Pero, sin desanimarse, continuó su lucha en favor de un arte más a tono con su época, y siguió exponiendo en Buenos Aires, París y Milán. En 1958 obtuvo el Premio Palanza, y una distinción especial en la Muestra Internacional de Bruselas realizada ese mismo año” (14).
“Con Francisco Parodi nacen las manifestaciones del arte plástico en La Boca, este escultor que profesaba el amor al arte, había llegado a la riviera (se refiere a La Boca), a mediados del siglo XIX y había puesto su taller a pocos metros de la casa donde nacería Benito Quinquela Martin” (15).
Alcides Gubellini nació en Bolonia en 1900. “Se graduó en la Escuela de Bellas Artes de Bolonia, estudiando también en Florencia, donde incursionó en el campo de la escultura. Completó su formación en Roma, en los talleres de los pintores Spadini y Mestrovich. Adversario del fascismo, emigró a América en 1928 y se radicó en Buenos Aires, donde se hizo conocer pronto en la prensa porteña con sus dibujos y caricaturas políticas. Con motivo de una de sus exposiciones, escribió el diario ‘La Prensa’ en 1946: “Retratista subjetivo de hondura indiscutible, para quien lo material vive sólo una idea lejana, que logra ubicar en lo visible con prescindencia de lo meramente corpóreo’. En 1950 el Salón Nacional de Artes Plásticas otorgó un premio a su obra ‘Marinela’. Cultivó el óleo, la acuarela, el gouache, y sus terracotas y esculturas, con cierto matiz caricaturesco, le conquistaron general reconocimiento. Se dedicó a la docencia y formó a numerosos artistas argentinos. Murió en Buenos Aires, en 1957” (16).
Libero Badíi nació en Italia en 1916. “Arribó al país en 1927. Sus primeros aprendizajes artísticos los adquirió en la marmolería de su padre. Luego estudió en la Escuela Nocturna de Artes Decorativas y en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova (1940-44). En 1941 renuncia al taller de su padre, con la decisión de dedicar su vida al arte. Ingresa en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova. En 1944 egresa como profesor de Escultura”.
“Recibe una beca otorgada por la Escuela de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova. En 1945 viaja por América del Sur, a lo largo de la Cordillera de los Andes, visita Ecuador, Bolivia, Perú, siguiendo el itinerario del Inca. Entre 1946 y 1947 impresionado por los motivos americanos, comienza a investigar y desarrollar ideas sobre bocetos y dibujos sobre su viaje. Se naturaliza argentino. Trabaja en el taller de J. Fioravanti, en el monumento a la Bandera y en La Cárcova”.
“En 1948 viaja a Europa, donde realiza estudios sobre lo Gótico y Románico. En 1950 regresa a la Argentina. Decide definitivamente hacer su vida y su obra en este país. Comienza la construcción, con la ayuda de un peón y un albañil, de su Casa Taller, que bautiza ‘Almataller’, en Olivos. Participa en una exposición colectiva en el Salón Buenos Aires. Realiza su primera muestra individual en la Galería Plástica. Obtiene los premios de Dibujo, Salón Buenos Aires, Escultura, II Salón de Mar del Plata y Ministerio de Justicia en el Salón Nacional”.
“Entre 1951 y 1958 desarrolla, conjuga y adquiere el concepto artístico tomado de sus dos vertientes, la europea y la americana. Termina su Casa Taller. Realiza exposiciones individuales en las Galerías Krayu y Bonino. Recibe el Segundo Premio de Escultura en el Salón de Rosario, el Gran Premio de Honor ‘Presidente de la Nación Argentina’, en el XII Salón de Arte de Mar del Plata y el Gran Premio de Honor en el XLIII Salón Nacional de Artes Plásticas”.
“Viaja a Europa, donde se encuentra con Le Parc y otros artistas, que le piden que se quede, pero, obsesionado con la Argentina, contesta: ‘Prefiero el sol de Buenos Aires y no este gris de París’. En 1959 regresa a la Argentina. Recibe el Premio Palanza. Siente que ha encontrado una identidad. Abandona todo tipo de influencias y renuncia, mediante un manifiesto, a los envíos a Salones, renegando de los Premios y Concursos”.
“Entre 1962 y 1964 inicia su labor gráfica, imprime grabados y efectúa un libro para bibliófilos con 120 títulos. Expone una Retrospectiva en el Museo Nacional de Bellas Artes y presenta su muestra ‘Voces del Pasado’ en la Galería Witcomb. Entre 1965 y 1967 realiza muestras sobre los poetas Porchia y Macedonio Fernández, en la Galería Van Riel, y sobre José Hernández, en la Galería Nexo. Viaja a Francia y a Estados Unidos. Comienza a desarrollar su teoría de lo siniestro”.
“Durante 1968 y 1971 expone en el Instituto Di Tella, Galerías Ática y Makarius. Presenta dos exposiciones en Art Gallery International, una de ellas sobre el poeta Raúl Gustavo Aguirre. Recibe el Premio Internacional de la Bienal de San Pablo, Brasil, por ‘Los Muñecos’. En 1972 viaja a Estados Unidos para colocar ‘Ave Fénix’ en el Kennedy Center, Washington. Visita México. Realiza exposiciones en el Museo Nacional de Bellas Artes, ‘Labor Gráfica’, Teatro Municipal General San Martín y Galería Ática”.
“Entre 1973 y 1974 viaja a Canadá, donde expone en National Library, Ottawa. Presenta técnicas mixtas en el dibujo, en Galería Serra y ‘Los Muñecos’, en el Museo Provincial de Bellas Artes de Tucumán. 1975: Presenta Líbero Badii-Vida-Arte, en la Galería Van Riel”.
“Entre 1976 y 1978 expone en el Museo de Arte Moderno de París ‘Esculturas Policromadas 1960-1976’; y en las Galerías Ática y del Retiro. En 1979 es publicado por Emecé el libro Arte Siniestro. En 1980 comienza a dedicarse exclusivamente a la pintura. Expone ‘Pinturas Siniestras’ en la Galería del Retiro. Recibe el Gran Premio Consagración de la Provincia de Buenos Aires. Entre 1982 y 1983 se publican sus libros Frases Espontáneas y Vivencias. Recibe el Gran Premio Fondo Nacional de las Artes. Entre 1985 y 1986 expone en la Galería del Retiro y Galería Tiempo Argentino. En 1987 recibe el Gran Premio Consagración Nacional”
Falleció en Buenos Aires, en 2001. En 2002 se lo distinguió póstumamente con el Premio Konex de Honor de Artes Visuales. Diez años antes había recibido el Diploma al Mérito en Escultura: Quinquenio 1982-1986, y en 1982, el Diploma al Mérito en Escultura Figurativa (17).
Ferruccio Polacco nació en 1917. “Escultor autodidacta, realizó numerosas exposiciones colectivas e individuales, entre otros lugares, en la Municipalidad de Buenos Aires, en los Museos Sívori, de Arte Moderno y Nacional de Bellas Artes; en las galerías Van Riel, Art Gallery y Rubbers. Fuera del país expuso en el Centro Dante y San Angelo (Italia) y el Saint Patrick (Canadá)” (18).
Aldo Paparella “nació en 1920 en Minturno, Provincia Latina, Italia. En 1935 inició estudios libres en Roma con el pintor Antonucci. En 1939, llamado a las armas, pasó a la campaña de Africa cuando Italia entraba en la guerra. Fue prisionero en Francia durante tres años; esta experiencia no dejaría de influir en su vida y en su obra. En 1947 participa en la Primera Exposición del Sindicato Provincial de las Artes Figurativas en el Palacio Venecia, Roma”.
“En 1950 llega a Buenos Aires y comienza su relación con el medio artístico. En 1955, formó parte de la Asociación Arte Nuevo, interviniendo en numerosas exposiciones de orientación abstracta. Hacia fines de la década del 50 se volcó a la escultura no figurativa, trabajando con piedra, madera, chapas y materiales de deshecho. En 1960 obtiene el Gran Premio de Honor en el XIX Salón de Mar del Plata; y el Premio Escultura Rosa G. de Rodriguez, en Santa Fe. En 1961 es invitado a la Exposición Internacional de Amberes. Participa en la muestra ‘Pintura y Escultura Argentina’, en el Museo de Arte Moderno, San Pablo, Brasil, y en la ‘Exposición Internacional de Pintura y Escultura’, en el Museo Municipal de Arte Moderno de Buenos Aires. En 1962 participa en el Premio Internacional de Escultura, convocado por el Instituto Di Tella, de Buenos Aires. En 1963 participa en la ‘Exposición de Pintura y Escultura Actual Argentina’, en el Museo de Arte Moderno de París. Representa a la Argentina en la VIII Bienal de San Pablo, Brasil. Participa activamente en numerosas exposiciones colectivas en el país y en el exterior; realizó veintiún exposiciones individuales en la Argentina. En 1969 participa en el Premio Palanza. En 1970 es distinguido con el Primer Premio Escultura, en Tandil, Prov. de Buenos Aires. En 1971 es invitado al Salón de Escultura de la Compañía. Italo-Argentina de Electricidad. Participa en la XI Bienal de Middelheim. Sus obras figuran en importantes museos y colecciones particulares de la Argentina y el exterior. Muere en 1977, en Buenos Aires” (19).
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Antonio Pujìa, “que naciò en Italia en 1929 y tomó la ciudadanìa argentina en 1957, estudió en las escuelas de Bellas Artes Manuel Belgrano, Prilidiano Pueyrredòn y Ernesto De la Càrcova. Troiano Troiani, Alberto Lagos, Alfredo Bigatti y Josè Fioravanti fueron sus maestros. Fundó el taller de escultura escenográfica del Teatro Colòn. Entre sus distinciones figuran los grandes premios municipal (1959), nacional (1960) y Palanza (1954). Es Caballero al mérito de la República Italiana desde 1982 y Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires desde 1992” (20).
En 2003, “Antonio Pujìa muestra una antologìa de sus esculturas en homenaje a Rogelio Yrurtia, en la casa de Belgrano que éste donó un año antes de morir con muebles, obras de arte y todo. (...) La selecciòn abarca cuatro décadas” (21). En el catálogo de la muestra, expresa: “Siempre entro emocionado a esta Casa Museo, en ’puntas de pie’, de la misma forma que en un ya lejano día de 1948, con Arnoldo Montini mi compañero de estudios, de la mano de Ernesto Scaglia, pasador en yeso, preferido por el Maestro Yrurtia, por su excelencia. A las órdenes de él, realizamos y montamos varios calcos de algunas de sus obras, como su famoso ‘Moisés’, por ejemplo, y también otras restauraciones, siempre con la atenta mirada y cuidadoso control del Maestro. A partir de allí y hasta su fallecimiento en 1950, lo seguí frecuentando y en cada encuentro tuvo palabras y gestos, sabios consejos y regalos que atesoro y valoro con tanto cariño. Hoy entro una vez más, trayendo, en honor al maestro una colección de mis trabajos, como hijo que rinde cuenta ante su padre por la herencia recibida. Preciosa! Grandiosa esta herencia que nos ha legado, no sólo con su genial obra; también nos dejó su ética de hombre-artista, y esta hermosa casa conteniendo sus bienes, su colección de arte, comenzando por las bellas pinturas de su esposa Lía Correa Morales, hija de otro grande del arte y maestro de Yrurtia: Lucio Correa Morales. Con gratitud y humildad brindo este homenaje a Yrurtia, y propongo un gran reconocimiento-homenaje a nivel nacional, el que le debemos los artistas y el pueblo de nuestro País” (22).
Adolfo Nigro expresó, acerca del ítaloargentino: “Pujía tenía una relación muy fluida con nosotros. Era simpático, iba de un lado a otro dando indicaciones para que mejoráramos el trabajo que estábamos haciendo, en general, modelar el busto de algún personaje. Pero las palabras no tenían efecto, tomaba una espátula de madera, sonreía, golpeaba la cabezota y decía: ¡Empiécela de nuevo! Y había que hacerlo” (23).
Blas Gurrieri nació en el pueblo de Conza, provincia de Raguna, “y llegó al país cuando tenía 18 años. Su padre lo alentó en su carrera como artista. Fue Jefe del Departamento de Monumentos y Obras de Arte de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, donde se jubiló, y vive en Villa Urquiza. Realizó piezas sobre figuras destacadas de la historia, la ciencia y la música”.
“Al ingresar al living un busto de bronce domina la escena desde un rincón. “Es el retrato de mi papá, que se llamaba José. Le debo mi carrera porque cuando terminé la escuela toda la familia y los amigos opinaban qué estudio debía seguir. ‘Tiene que ser sastre’, decía alguien. ‘No, tiene que ser doctor’, proponía otro”, recuerda Gurrieri. Hasta que el gran patriarca Don José, con una sabiduría a prueba de todo, cerró el debate. “Biaggio (por Blas) será lo que él quiera”. Entonces ingresó a la Escuela de Bellas Artes e inició el camino que le da felicidad, el de su vocación. El artista afirma que la pasión por la escultura le viene desde muy niño, cuando observaba a su tío trabajar el mármol, ya que en el pueblo había muchas canteras y no era raro el contacto con la piedra. “A mí me gusta modelar la arcilla porque te da mayor libertad creativa. En cambio, la piedra no permite muchos cambios. Es como si mandara ella”, confiesa” (24).
Beatriz Cazzaniga nació en Milán en 1941. “Licenciada en Artes Plásticas en la Universidad de Tucumán, es profesora titular de Historia del Arte en la Universidad Nacional del Norte ‘Santo Tomás de Aquino’. Becada por el Instituto de Cultura Italiana y la universidad tucumana, realizó estudios de perfeccionamiento en 1981-82 en técnicas de fundición de bronce” (25).
Una noticia publicada recientemente en Diario de Cuyo, de San Juan, se refiere a Cazzaniga: “La única obra que hay en la provincia de la famosa pintora y escultora tucumana, Lola Mora, está en la plaza General San Martín, que está en Jáchal. Se trata de la estatua de Francisco Narciso Laprida y que ahora será restaurada porque el mármol de carrara, material con el que se construyó, fue pintado en sucesivas oportunidades con esmalte sintético. La tarea fue encarada por la Universidad Nacional de San Juan, la Universidad de Tucumán y la Municipalidad de Jáchal. La restauración estará a cargo de Beatriz Cazzaniga, una especialista tucumana, que ya observó personalmente la estatua antes de empezar la tarea, el pasado 26 de julio. En esa oportunidad, extrajo muestras de las capas de pintura para someterlas a un análisis. Eneida Roso, directora del Centro de Creación de Artes Visuales y Museo Tornambé explicó que el objetivo de la restauración es sacar todas la capas de pintura para que quede al descubierto el color del mármol original. "Antes de empezar a limpiar debemos encontrar el compuesto químico más apropiado porque si el limpiador es muy ácido dañará al mármol y eso lo deteriorará y la escultura podría perder parte de sus detalles", dijo Roso. (...) Beatriz Cazzaniga es la artista ítalo-argentina que se encargará de restaurar la obra de Lola Mora. La mujer se especializó en restauraciones en el Instituto di Restauro, en Roma. Con quince años de trayectoria en la restauración del arte, Cazzaniga ya se encargó de restaurar otras dos obras de Lola Mora que se encuentran en las provincias de Tucumán y en Jujuy” (26).
“Eduardo Pla es un polifacético artista ítaloargentino que ha incursionado en la pintura, la escultura, el cine, la computación, entre otras tantas disciplinas” (27). “(...) ha realizado numerosas muestras individuales y colectivas en Europa y Estados Unidos, obteniendo premios en Milán, New York y Venecia. Radicado en Argentina desde 1995 realiza muestras personales en el Palais de Glace, Centro Cultural Recoleta, Centro Cultural Borges y en el Museo de Bellas Artes. Sobre sus últimos trabajos Jorge Glusberg comenta.: ‘El arte de Pla refiere virtualidades, el suyo es un arte de lo virtual. Y si es cierto que todo arte encierra un componente de virtualidad, una vocación y una decisión de virtualidad, las obras de nuestro artista hacen de lo virtual el todo y las partes, el sistema y el producto, la idea y la expresión, el medio y el mensaje, la forma y el fondo. Elabora así lo que puede ser y lo convierte y lo convierte en lo que es, alude a lo posible y lo materializa, lo evidencia. Por eso Pla se adelanta, en su condición de artista , a formular la exigencia en nombre de la sociedad , traduciéndola en términos de creación estética, en términos de poesía, la lengua mas recóndita y fértil del ser humano’ (28).
“ ‘El sueño de la esfera’, así se llama la escultura metálica de 2,5 metros de diámetro y cubierta de luces de neón que, desde 2002, los transeúntes se cruzan en Puerto Madero. No fue la primera ni la última vez que la obra de Pla se integró a la vida cotidiana de una ciudad. En 2001, una esfera de seis metros navegó un río de Porto Alegre. Otros recuerdan la instalación móvil en Punta del Este, el verano pasado: una reinterpretación de La Gioconda. O la megainstalación ‘Eschermanía’, un octaedro gigante de 216 m3, homenaje al famoso artista holandés” (29).
Notas
1. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
2. Gutiérrez Zaldívar, Ignacio: Pablo Curatella Manes 1891-1962. Catàlogo de la muestra realizada en Zurbaràn en 2004.
3. S/F: “San Nicolás”, en “ArgentinaTotal”.
4. S/F: “Monumento al Gral. Juan G. de Lavalle”, en “Escritorio/m_lavall”.
5. S/F: “Estatua del Dr. Mariano Moreno”, en “Historia”.
6. Petriella, Dionisio y Sosa Miatello, Sara: Diccionario biográfico ítalo-argentino. Buenos Aires, Asociación Dante Alighieri, 1976. En www.dante.edu.ar.
7. ibìdem
8. S/F: “Buenos Aires, Obelisco, Florida Avenida. de Mayo Congreso”.
9. Glusberg, Jorge: “Historia del Museo Nacional de Bellas Artes”, en “MNBA- Indice por artista”.
10. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
11. S/F: “Instalaciones y equipamientos en las plazas del Congreso”. Centro Argentino de Ingenieros. En “Instalaciones y equipamientos en las Plazas del Congreso”.
12. Petriella, Dionisio y Sosa Miatello, Sara: op. cit..
13. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Tomo III. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
14. S/F: “Juan Del Prete”, en www.therartgallery.com.ar.
15. Skovgaard, Carlos: “Italianos en Argentina”.
16. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Tomo III. Buenos Aires, Clarìn, 2002. Petriella, Dionisio y Sosa Miatello, Sara: op. cit..
17. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Tomo III. Buenos Aires, Clarìn, 2002 / S/F: “Libero Badii” /. S/F: “Premios Konex”, Fundación Konex.
18. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Tomo III. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
19. ibídem / S/F: “Aldo Paparella-biografía”.
20. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Tomo III. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
21. Galli, Aldo: “Pujìa antològico”, en La Naciòn, Buenos Aires, 30 de marzo de 2003.
22. Pujía, Antonio: en el catálogo de la muestra “Homenaje al maestro Rogelio Yrurtia”. Buenos Aires, Marzo-Abril de 2003.
23. Aubele, Luis: “A boca de jarro Adolfo Nigro ‘Toda obra de arte es una síntesis de las anteriores’ “, en La Nación, Buenos Aires, 8 de febrero de 2004.
24. Artola, Daniel: “EL ESCULTOR BLAS GURRIERI SE DEFIENDE DE LOS DICTADOS DEL MERCADO “El arte es sagrado”, en El Barrio Periódico de Noticias, Buenos Aires, Diciembre de 2005. En www.periodicoelbarrio.com.ar.
25. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Tomo III. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
26. S/F: “Restaurarán una estatua realizada por Lola Mora”, en Diario de Cuyo, San Juan, 9 de agosto de 2005.
27. S/F: “Tecnoarte”, en Clarín Viva, Buenos Aires, 19 de noviembre de 2000.
28. S/F: “Biografía”, en www.argentina.artealdia.com.
29. Iscaro, Natalia (texto): “Eduardo Pla Vocación de innovador, alma de explorador / Innovator by vocation, an explorer at heart”, en Aerolíneas Argentinas Magazine, Enero 2006.
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Rusos
Fenia Cherktoff de Repetto nació en Rusia en 1869. “En 1894, viuda y con una niña, estaba instalada en la colonia Santa Clara, de la provincia de Entre Ríos (...) Falleció en Buenos Aires el 31 de mayo de 1928” (1).
Sobre la vida y la obra del artista ruso Stephan Erzia, escribió Ignacio Gutiérrez Zaldívar. En su libro Erzia, leemos: “En el mes de abril de 1927 Stephan Erzia, con 50 años de edad, llegó a la Argentina. El Presidente de la Nación Marcelo Torcuato de Alvear, que lo conoció y admiró en París facilitó su entrada al país. Así lo expresó el artista en una carta dirigida al Ministro de Educación de Rusia, en mayo de ese mismo año: ‘Acá en Buenos Aires, me recibieron muy bien, tienen gran interés por el arte ruso. Quiero hacer acá una gran exposición que se abrirá a principios de junio. Los críticos de arte me ofrecieron un muy buen lugar para la exposición en forma gratuita y hasta el Presidente de la República aceptó estar en la inauguración. Nosotros llegamos primero a Montevideo, sin tener la visa para entrar en la Argentina, pero la prensa nos dio tanta atención que recibimos muchas invitaciones’. Erzia, pensaba quedarse aquí una corta temporada, pero finalmente se radicó por 23 años... Aquí descubrió, al poco tiempo de llegar, la madera que se convirtió en su material predilecto para sus esculturas: el quebracho, que venía desde el Chaco para ser utilizado como combustible de las cocinas y calderas porteñas; madera que por su dureza fue bautizada por los ingleses como ‘hulla roja’. Dijo el artista en una nota publicada en la revista ‘Aquí está’, en abril de 1938: ‘Adiviné al instante las posibilidades que ofrecía para la escultura. La variación de sus coloraciones, rojo, negro, blanco, dan a las figuras un encanto especial…’ “ (2).
Rafael Squirru escribió en La Nación, a propósito de la muestra que tuvo lugar en mayo de 2003: “Con el auspicio de la embajada de Rusia que preside el embajador Evgeny Astakhov y su esposa Elena, y con la curaduría de Ignacio Gutiérrez Zaldívar se presenta esta importante muestra de esculturas de Stefan Erzia, un maestro ruso que vivió 23 años en la Argentina. Stefan Dimitrievich Nefedov nació en 1876 en Baiervo, 600 kilómetros al sudeste de Moscú. En los comienzos de su carrera de artista adoptó el nombre de Stefan Erzia, en honor a la etnia a la que pertenecía. La suya era una familia modesta de campesinos (mujics) y sus primeros años trabajó como carpintero, junto a su hermano mayor. Su talento despuntó temprano y fue así como ingresó en la Academia de pintura, arquitectura y escultura de Moscú, donde tuvo entre otros de profesor al notable escultor ruso Pablo Troubetzkoy, su más importante influencia. Después de una estada en Italia, recaló en París hasta la guerra del 14 cuando volvió a Rusia, desempeñando importantes cargos en la enseñanza. Luego retornó a París donde tuvo entre otros mecenas a Antonio Santamarina. Allí conoció al presidente Alvear y fue invitado a exponer en Buenos Aires. Su visita a nuestro país, que programó como corta estada, duró 23 años” (3).
Notas
1. Sosa de Newton, Lily: Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986.
2. Gutiérrez Zaldívar, Ignacio: Erzia. Buenos Aires, Zurbarán Editores, 2003.
3. Squirru, Rafael: “Maderas que viven”, en La Nación, Buenos Aires,4 de mayo de 2003.
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Uruguayos
Pablo Podestá esculpía. En sus memorias, tituladas Desde ya y sin interrupciones, María Esther Podestá destaca que de los Podestá actores, el único que debe ser considerado argentino por derecho de suelo es su abuelo, Jerónimo Bartolomé. Los demás nacieron en Montevideo, adonde había marchado la pareja de inmigrantes ligurinos, atemorizada por el rumor de un degüello de “gringos” durante el gobierno rosista. “La familia permaneció en Montevideo desde 1851 –dice María Esther-, y allí nacieron mis tíos abuelos Pedro, José Juan (Pepe), Juan Vicente, Graciana, Antonio Domingo, y Cecilio Pablo, quien artísticamente suprimiría su primer nombre.
Nos habla de Pablo, quien prodigaba su talento en diversos campos del arte: “Pero no fue sólo como actor, cómico o dramático, que Pablo Podestá proyectó su singular personalidad artística. Hacia 1910, hallándose en gira por el interior del país, estrenó con su compañía, en el Olimpo de Rosario, una obra titulada Miseria, de la que era autor. También le pertenecía la música que completaba la pieza. Asimismo, había pintado el decorado. Es decir que simultáneamente fue autor, músico, pintor y actor, hecho no muy frecuente en el mundo del teatro. Del músico que era Pablo son difíciles de olvidar los acordes que compuso para el estilo de La piedra del escándalo, sobre los versos románticos de Martín Coronado. También Pablo esculpía con facilidad. Se conserva en el Museo del Teatro el busto que le hizo de niña a Eva Franco, en 1917, cuando las representaciones de Con las alas rotas, de Emilio Berisso” (1).
Carmelo Arden Quin “Nace el 16 de Mayo de 1913 en Rivera (Uruguay) con el nombre de Carmelo Heriberto Alves. Antes de llegar a la Argentina a fines de la década del ’30, vive en Brasil y Uruguay. Es poeta y escritor político; en 1944 junto a un grupo de artistas entre los cuales se destacan: Torres García, Lidy Prati, Hlito, entre otros, inicia su labor teórica al elaborar y publicar la revista "Arturo" de artes abstractas. Al año siguiente los animadores de dicha revista se dividen y Arden en compañía de Martín Blaszko, Rothfuss y Gyula Kosice instauran el movimiento Madí que edita, entre los años 1947 y 1950, la revista "Arte Madí". En 1948 lleva el Madismo a París; luego retorna a Buenos Aires en 1955, donde organiza con el poeta Aldo Pellegrini, la "Asociación Arte Nuevo", que reúne artistas geométricos y abstractos. Finalmente en 1956 parte a París. Sus pinturas y esculturas realizadas preferentemente en planchas finas de madera o metal son de variadas formas y en sus superficies planas o curvas introduce dibujos de líneas geométricas” (2). Escribe Alberto Giúdici: “El 5 de septiembre de 1945, en un destacado recuadro, el semanario Orientación, órgano del Partido Comunista Argentino, celebraba la afiliación de ‘los artistas y escritores del movimiento de arte concreto’. El documento estaba suscrito por Edgar Bayley, Manuel Espinosa, Claudio Girola, Alfredo Hlito, Tomás Maldonado y Aldo Prior. También estaban ligados a las filas partidarias los hermanos Lozza, el poeta Simón Concretas, el uruguayo Carmelo Arden Quin, flor y nata del movimiento Arte Concreto-Invención que había irrumpido un año antes en Buenos Aires. Los firmantes veían que ‘el pensamiento marxista-leninista exalta la grandeza y la capacidad realizadora del hombre y niega las ficciones que, en todos los campos, lo humillan y esterilizan’. En marzo de 1946, durante su primera muestra en Peuser, dan a conocer el Manifiesto Invencionista” (3).
Notas
1. Podestá, María Esther: Desde ya y sin interrupciones. Buenos Aires, Corregidor, 1985.
2. S/F: “Biografía”, en www.oniescuelas.edu.ar.
3. Giúdici, Alberto: “Razones políticas de posturas estéticas”, en Clarín, Buenos Aires, 16 de agosto de 2003.
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Descendientes de inmigrantes |
El arquitecto Oscar Roberto Maisonave, director del museo “Casa de Yrurtia”, se refiere a la vida y la obra del escultor descendiente de inmigrantes.
“Rogelio Yrurtia naciò en Buenos Aires el 6 de diciembre de 1879. Sus padres, naturales de la provincia de Guipùzcoa, España, fueron don Antonio Yrurtia y doña Joaquina Ciriaco. Realizò sus primeros estudios de escultura en casa de un santero, ingresando en el año 1898 a la Escuela de la Sociedad Estìmulo de Bellas Artes, de donde pasò muy pronto al taller del maestro Lucio Correa Morales. En 1899 obtuvo por concurso la primera beca de perfeccionamiento instituida por el Gobierno Nacional, a travès del Ministerio de Instrucciòn Pùblica, para realizar estudios en Europa. (...) Durante su permanencia en Europa, que se extendiò por cinco años, realizò su primera obra de aliento, el grupo de seis figuras titulado ‘Las Pecadoras’, expuesto en el Salòn de Parìs de 1903; el Jurado lo ubicò en un sitio de honor cerca de las obras de Rodin”.
En nuestro paìs, “En 1904 ejecutò el monumento al Dr. Alejandro Castro para el Hospital de Clìnicas. En 1907 se le adjudica por concurso el monumento al Coronel Dorrego y la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires le encarga el grupo ‘Canto al Trabajo’. En 1909 se presentò al Concurso Internacional del Centenario para el Monumento a la Revoluciòn de Mayo, con una maqueta con la que obtuvo el segundo premio. (...) Entre 1916 y 1936 realizò el imponente cenotafio destinado al presidente Bernardino Rivadavia, el grupo ‘Combate de Box’, emplazado actualmente en los jardines del Museo, y la estatua ‘Justicia’, que le encomendara el Dr. Carlos Delcasse, su gran amigo, para su sepulcro en el cementerio de Vicente Lòpez. En 1959 se hizo de la misma una rèplica en bronce para el Palacio de Tribunales en esta capital.”.
“Fue profesor de escultura en la Escuela Nacional de Bellas Artes, miembro de la Comisiòn Nacional de Bellas Artes y Acadèmico Titular de Bellas Artes. Tienen obras suyas los museos de Moscù, Barcelona, Rìo de Janeiro y en la Argentina los museos Nacional de Bellas Artes, Municipal Eduardo Sìvori y los provinciales de Santa Fe, La Plata, Rosario, San Juan y otros. (...) muriò en Buenos Aires el 4 de marzo de 1950” (1).
A criterio de Bonifacio del Carril, de la Academia Nacional de Bellas Artes, “Rogelio Yrurtia es uno de los escultores argentinos màs importantes y representativos de la primera mitad del siglo XX. La vigorosa fuerza expresiva, la escrupulosidad del detalle y la belleza intrìnseca de sus creaciones son verdaderamente notables. Varias de sus obras maestras, en distintos lugares de la ciudad, evocan la calidad de sus trabajos y la perennidad de su obra: la estatua de Dorrego, el Canto al Trabajo, el Moisès del mausoleo de Rivadavia, la cabeza de Alfredo Palacios” (2).
Francisco Cafferata nació en Buenos Aires en 1861; falleció en Adroguè en 1890. Fue uno de los precursores de la escultura en el país, se abocò a la temática histórica. Realizó el monumento al almirante Gfuillermo Brown, inaugurado en 1886 y actualmente emplazado en Adrogué, partido de Almirante Brown. También realizó las estatuas de Rivadavia, Belgrano y Moreno. En el conjunto de su obra se destaca el bronce El esclavo, de notable fuerza expresiva” (3).
“En 1888 llegó a la Argentina Antonio Curatella (1852-1922) de 36 años de edad, junto a su mujer Clara Manes y sus cuatro hijos: Rosa, José, Francisco y Horacio. (...) Aquì nace su quinto hijo, Marìa Antonieta y el 14 de diciembre de 1891, a las 11 de la noche, nace Pablo, quien serìa uno de los mayores escultores de la historia del Arte de los Argentinos” (4).
“Como dice tan acertadamente José León Pagano en su Historia del Arte Argentino, Curatella Manes ha tenido el destino poco envidiable de ser un solitario en su ambiente, siempre más dispuesto a escuchar las voces profundas de sus intuiciones que los consejos de sus maestros. Bien se vio eso en la escuela y bien duramente se le hizo sentir, pues se lo expulsó de la Academia de Bellas Artes. Esta medida no constituyó para él una catástrofe. Fue acogido como en su propia casa por maestros como Dresco y Correa Morales, con los que aprendió el ABC del oficio de escultor, colaborando a menudo en la ejecución de monumentos que ornan la ciudad de Buenos Aires. Uno de los grandes escultores de la época se divertía con este adolescente, siempre pronto a la crítica. Un día, ese gran maestro, impacientándose por tanta presunción, le dijo: "Pero enséñeme una escultura que le satisfaga". Y el joven Curatella Manes le mostró triunfalmente una máscara azteca. "Pero Pablito, le replicó el gran maestro, eso no es una escultura, es un fetiche". Entonces el joven Pablito comprendió que debía buscar su camino solo y por otros rumbos. Toda la historia de la ingeniosidad que desplegó para poder irse a Europa valdría la pena de contarse: cómo pudo ver al Presidente de la República (entonces Victorino de la Plaza), entregarle una medalla que había modelado y hecho fundir en oro... Fue así como obtuvo la primera beca para un viaje a Europa, 1921, donde esperaba encontrar la respuesta a sus intuiciones”.
“Este primer viaje hubiera podido ser un fracaso. Instalado en Florencia, pronto se dio cuenta de que la enseñanza tradicional, de la que pensaba haberse escapado, amenazaba con acapararle de nuevo. Inmediatamente decidió visitar los museos de Europa. Esta independencia no se permitía a los becarios, pero prefirió correr el riesgo de perder todo antes de perderse a sí mismo. Felizmente, un hombre inteligente, el pintor De la Cárcova, que tenía a su cargo el control de las actividades de los becarios, se mostró comprensivo con el jóven escultor y defendió su causa. Cuando Curatella Manes se instaló en París, no dirigió sus pasos hacia la Escuela de Bellas Artes, sino hacia los talleres libres: Maillol, Maurice Denis, Sérusier, Lhote y sobre todo Bourdelle. Con este último maestro pudo desprenderse de las tiranías del modelo, considerar la escultura como una arquitectura, desligarse de los refinamientos del oficio, en provecho de una búsqueda estructural del conjunto. En 1920 vuelve a París por tercera vez, ignorando en aquel momento qué circunstancias imprevistas le obligarían a quedarse en la capital francesa durante treinta años consecutivos”.
“No podía prever que iba integrándose al medio artístico por las amistades que anudó con artistas de primer plano; al medio francés por su matrimonio, y al medio diplomático porque a pedido de Bourdelle el Presidente Alvear lo nombró Canciller en la Embajada Argentina en París, para permitirle continuar su obra escultórica por la vía independiente que se había trazado”.
“La suerte le favorece, establece lazos de amistad con varios artistas, particularmente con Juan Gris. Este último le aportará una revelación decisiva al ejecutar frente a él un pequeño personaje de cartón plegado y articulado, que contiene lo esencial de la escultura. Con esta nueva comprensión de los planos y de la luz compone El Guitarrista, El Acordeonista, El hombre del Contrabajo, Ninfa Acostada y algunos desnudos. Poco después una escultura, Los Acróbatas, inspirada por un espectáculo de circo, le abre nuevos horizontes sobre la posibilidad de aligerar la materia. Icaro, La Danza, Rugby, Santa Profeta, traen a la época una comprensión nueva: la escultura no ocupa un espacio, recorta el espacio, incorpora el espacio. Mucho después se dará a tales obras el calificativo de espaciales”.
“Por esa razón numerosas obras que hubieran podido constituir temas para desarrollar no pudo ejecutarlas por falta material de tiempo; por lo tanto, la obra de Curatella Manes debe juzgarse teniendo presente esa doble actividad. El primer período de adaptación es bastante duro; durante cerca de dos años no concurre a su taller. Cuando reanuda, realiza Las Tres Gracias que fue para él una especie de test después de tanto tiempo sin trabajar. Es la razón por la cual Las Tres Gracias se proyecta como una obra aislada, sin nexo con las anteriores ni con las posteriores. Después del período 1930-1940 sus obras se caracterizan por la liberación completa de toda inspiración naturalista, busca sólo relaciones de volúmenes, articulaciones de planos y sobre todo estructuración. Un punto de historia falta por dilucidar. En 1947, presintiendo que iba a ser llamado a Buenos Aires definitivamente, quiso comunicar a su país su fe en el futuro de sus artes plásticas, y deseando que en la capital argentina se creara un Museo de Arte Moderno, hizo donación de 31 originales de entre sus obras más importantes, esperando que su gesto provocara otros entusiasmos y otras donaciones. Pero luego se demostró que los tiempos no eran propicios; sólo en 1955 se aceptó esta donación por decreto”.
“En 1962 una exposición de las esculturas de Curatella Manes del período parisiense 1921-1946 se organizó en París en la Galería Creuze, juntamente con las obras de treinta argentinos de la nueva generación. Aquellos escultores que vinieron veinte o treinta años después ya no marchaban a ciegas, las horas difíciles habían pasado. Como ha dicho Le Corbusier, cuando visitó esa exposición: ‘Ahora el camino está abierto’ ” (5).
Acerca de una de sus obras, afirma Rosa Faccaro: “La obra Los acróbatas, fechada en 1923, posee las características que van a definir las futuras producciones del artista. Un proceso que, partiendo de la figuración, se dirigirá hacia la abstracción con ciertos planteos estructurales inspirados en el cubismo y el futurismo. En las obras de este período, el autor utiliza el elemento básico del lenguaje de la abstracción que ponderará Kandinsky: el plano” (6).
José Fioravanti nació en Buenos Aires en 1896; falleció en esta ciudad en 1977. Fue uno de los más destacados escultores argentinos, autor de monumentos, bustos y bajorrelieves. Se inició a los 12 años y, en 1912, expuso por primera vez en el Salón Nacional de Bellas Artes. En 1919, con su obra Mi hermana María, ganó el primer premio otorgado por ese Salón Nacional. En 1924 viajó a Europa y expuso en el Museo de Arte Moderno de Madrid. Realizó numerosos monumentos, como los de Nicolás Avellaneda, Simón Bolívar, Rubén Darío y, en colaboración con Alfredo Bigatti, las estatuas del Monumento a la Bandera de Rosario. Fue profesor de la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova. Expuso en el Jeu de Paume de París, siendo elogiado por Waldemar George y Drieu La Rochelle, lo que significó su reconocimiento internacional. En 1937 obtuvo la medalla de oro en la Exposición Internacional de París y el Gran Premio Adquisición de la Comisión Nacional de Cultura. En 1957 fue galardonado con la medalla de honor del International Fine Arts Council. En total, realizó ocho bustos de presidentes argentinos para la Casa de Gobierno y los de Leopoldo Marechal y Manuel Mujica Láinez, entre los de otros escritores” (7).
“En 1896 nace en Buenos Aires Lino Enea Spilimbergo, hijo de Antonio Enea Spilimbergo y María Giacoboni inmigrantes italianos. Cursó estudios en la Sociedad de Educación Industrial. Escuelas Técnicas Profesionales y en la Academia Nacional de Bellas Artes "Prilidiano Pueyrredon’. En 1920 comienza con los envíos al Salón Nacional. En 1923 "Seres Humildes", obtiene el Tercer Premio Nacional de Pintura. Realizó con David Alfaro Siqueiros el mural "El Ejercicio Plástico" en la quinta de Natalio Botano en Don Torcuato, colaborando en el mismo Berni, Lázaro y Castagnino. "Naturaleza Muerta" de 45 x 90 cm del año 1932 y obtiene el Primer Premio Nacional de Pintura. Ejerce como Profesor de Pintura hasta 1939 en el Instituto Argentino de Artes Gráficas, como Profesor de Dibujo y Pintura hasta 1948 en la Escuela Nacional de Bellas Artes "Prilidiano Pueyrredon", como Profesor de ¨Dibujo de Taller¨, Escuela de Bellas Artes, de la Universidad Nacional de La Plata, como Profesor de Dibujo, Pintura y Composición, en el Taller de Pintura del Instituto Superior de Arte de la Universidad Nacional de Tucumán, que organiza y dirige. Es nombrado el 15 de mayo de 1956, Académico de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes. En 1964 regresa desde París a Buenos Aires. Viaja a Unquillo en la Provincia de Córdoba, donde fallece el 16 de Marzo” (8).
En 1921, Spilimbergo “por recomendación médica pide el traslado en el Correo a San Juan, con un clima más seco, y se instala en Desamparados el 28 de noviembre. Permanece en esta Provincia hasta el 18 de septiembre de 1924. Su primera exposición la realiza este año en San Juan. También realiza una serie de Esculturas”.
Leo Vinci, Maestro de la Escultura Argentina y Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, “Nació en Buenos Aires en 1931. Egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes Ernesto De la Cárcova. Patrocinado por el Fondo Nacional de las Artes, realizó un viaje de estudios por Europa. Desde el año 1962 hasta 1976 ejerció la docencia en las Escuelas Nacionales de Bellas Artes Manuel Belgrano y Prilidiano Pueyrredón. En 1989 es designado Comisario del Envio Argentino a la Bienal de Venecia, Italia” Entre sus premios, cabe destacar el Primer Premio Salón Municipal Manuel Belgrano, Museo Eduardo Sívori, Buenos Aires (1996), Gran Premio de Honor, LXXVI Salón Nacional de Artes Visuales (1987), y el Segundo Premio de Escultura Salón Nacional de Artes Plásticas (1976). En 1983 “Inagura el Monumento al Inmigrante en la Ciudad de Arrecifes, Pcia. de Buenos Aires. Es co-fundador y vicepresidente de Fundart, Fundación dedicada a la integración de las Artes. En 1989 es seleccionado para ubicar una obra de gran tamaño en forma definitiva en la Casa Rosada. Posee el taller de enseñanza de escultura más grande del país al que concurren alumnos y becarios nacionales y extranjeros. Realizó 30 exposiciones individuales y 80 exposiciones colectivas en la Argentina y el extranjero”. En 1997 “Realiza una mega-exposición retrospectiva en Salas Nacionales de Artes Visuales Palais de Glace. Es declarado Ciudadano Ilustre por el Honorable Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires” (9).
”Siempre sorprende a sus alumnos cuando asegura, muy serio, que no hay ninguna diferencia entre un mosquito y un elefante, porque la naturaleza crea formas a partir de leyes lógicas y entonces poco importa que el producto sea una ballena azul, una mata de pasto o una galaxia, todas tienen la misma estructura. ‘Y el artista debe encontrarse con esas leyes para que lo suyo sea realmente una obra de arte. De lo contrario, podrá ser muy ingeniosa, pero no tendrá la fuerza de lo que está vivo’, aclara el escultor Leo Vinci, sentado en medio de su taller de la calle Alvarado, en La Boca, mientras corrige las pruebas del libro El lenguaje de la escultura, donde desarrolla sus ideas acerca de la creación artística. Fanático, además, de Astor Piazzolla y de Aníbal Troilo, miembro de la Academia del Tango y ciudadano ilustre de Buenos Aires, sostiene que siempre quiso ser artista y que dibujó desde muy chico. ‘Un día, cuando estaba en primer grado (iba a una escuela de La Paternal) y mi maestra, la señorita Capecce, nos mandó dibujar una viñeta que había en el libro de lectura Veo y leo. La recuerdo como si fuera hoy: era un chico sentado en la arena, con un traje de baño colorado y un balde. Al día siguiente, cuando le llevé el dibujo, la maestra me advirtió: Dije dibujar, no calcar. Quiero hablar con su padre. (...) Yo era muy tímido y miedoso. Se lo conté a mi padre, pero lo extraño es que mi maestra, lejos de quejarse, le dijo: Su hijo tiene muchas condiciones para el dibujo, recuérdelo. Fue todo, pero a partir de ese día, sentí como si mi padre me probara todo el tiempo, para ver si realmente tenía condiciones” (10).
En otro reportaje, contó: “Mi padre, entusiasmado con lo dicho por la maestra, me puso a prueba y me hizo dibujar, en un papel de almacén y desde una fotografía de una revista, un perfil de Dante Alighieri. Pasaron dos o tres días y me compró una hoja chica de carpeta Canson, con los agujeritos, y me dio la foto del Rey de Italia –porque él era italiano-. Me puse a dibujarlo y no me alcanzó la hoja, entonces mi papá compró otra hoja y lo pegamos para alargarlo. Y parece que aprobé el examen porque a partir de ahí, cuando llegaron los Reyes Magos, a mis siete años, en vez de juguetes yo me encontré con un rollo de papel, colores y todo lo que hace falta para dibujar y pintar” (11).
"José Walter Gavito nació en 1935 en La Plata, provincia de Buenos Aires.
En 1953 egresa de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano con el título de Maestro de Dibujo. En esos años está en estrecho contacto con el escultor Antonio Pujía. En 1959 obtiene el título de Profesor Superior de Escultura y Dibujo, Escuela Superior de Bellas Artes de La Plata.
Su formación escultórica la realiza con los artistas Juárez, Sibelino y Macchi; Dora Cifones y Adolfo Deferrari en dibujo; y Elba Villafañe en pintura.
En 1962 es designado restaurador oficial del Museo Municipal de Artes Plásticas “Eduardo Sívori” y en 1968 obtiene el 2º Premio Municipal Adquisición, por su obra “Los Bañistas” (cemento-tamaño natural), Museo Sívori.
En Italia se vincula con los artistas italianos Manfrini, Scorselli y Mesina. Entabla lazos estrechos con el Museo de Arte Contemporáneo de Milán (Villa Clérici) y la Fundación Pagano de Legnano (Italia).
Artista de larga trayectoria, realiza numerosos viajes de estudio, trabajo y exposiciones por Sudamérica, Europa y Oriente Medio. Obtiene numerosos premios nacionales e internacionales" (12).
Hija de un italiano, “Margarita Fragnito nació en Buenos Aires – Argentina, donde inició sus estudios de artes plásticas con el maestro austro-húngaro Rafael Sceczi y luego con maestros de Argentina, Chile, Brasil, Venezuela, China, Inglaterra, Indonesia, Italia y Japón. Sus técnicas incluyen tintas y aguadas, jaspeado, acuarela, bajo relieve, papel hecho a mano, fileteado, máscaras venecianas y esculturas. También realiza investigaciones sobre aborígenes y afroamericanos, la historia de la moda, simbología de Borges y Gauchos del río de la Plata. Con los pueblos aborígenes de las Américas ella adquirió un profundo conocimiento de la sabiduría cósmica. Este conocimiento lo transformó en imágenes visuales de los aborígenes, símbolos y leyendas que trascienden Tiempo y Espacio. Usando vibrantes colores como imagen pura. Margarita posee la visión de un universo sin limitaciones de tiempo, razas, geografía, cultura o lenguas. (...) Es curadora y organizadora de eventos artísticos y de intercambio cultural con diversos países. En 1997 y 1998 fue Curadora de la Subasta de Arte Internacional a beneficio de la Clínica Whitman Walker. También ha presentado su trabajo escrito "La Inescrutable Condición del Ser" en el XXIII Congreso Internacional LASA 2001 en Washington DC. Sus obras se encuentran en colecciones privadas en las América, Asia y Europa” (13).
“Guiora (Jorge) Reichler es actor, poeta y arquitecto. En Argentina, su país de origen, fue uno de los fundadores del Teatro Artea, miembro de la Comisión Directiva de la Comunidad Judía de Buenos Aires y participante en la creación del Ateneo Martín Buber. Publicó poemas en su juventud y colaboró en el periódico ‘Nueva Sión’. A su llegada a Israel decidió asentarse, como acto de afirmación ideológica, en Karmiel, entonces un pequeño poblado de la Galilea. Fundó allí, junto a otros, el Teatro Tzavta, que actuó con éxito durante diez años. Como arquitecto, tuvo parte activa en el proyecto y construcción de más de sesenta nuevas poblaciones en la Galilea. Como artista plástico, sus esculturas en cemento, madera y metal, así como pinturas y dibujos, participaron en múltiples exposiciones en Israel y en el exterior. Ha escrito poemas, cuentos y obras teatrales, en hebreo y castellano. Publica en las antologías poéticas Voces de la Galilea, en revistas literarias –Shevo, Publicaciones de Even Joshen- y cuentos y poemas en castellano en la Revista de Oriente y Occidente” (14).
En uno de sus poemas se refiere a la escultura: “Y firme como una escultura/ estaba el poeta/ balbuceando palabras de desprecio.// Gritar verdad/ veredicto muerte.// Callar/ veredicto muerte también.// Y firme como una escultura/ estaba el poeta/ balbuceando palabras de desprecio.// A su/ propio miedo” (15).
En otro poema, se refiere a su condición de descendiente de inmigrantes: “Doy gracias, Argentina/ por tu marco social, único/ pese a que de vez en cuando éramos rusos/ que en argentino era decir judíos,/” (16).
Notas
1. Maisonave, Oscar Roberto: “Noticia biogràfica”, en Sessa, Aldo: Yrvrtia (1879-1950). Buenos Aires, Argencard, 1988.
2. Carril, Bonifacio del: en Sessa, Aldo: Yrvrtia (1879-1950). Buenos Aires, Argencard, 1988.
3. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Tomo III. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
4. Gutiérrez Zaldívar, Ignacio: Pablo Curatella Manes 1891-1962. Catàlogo de la muestra realizada en Zurbaràn en 2004.
5. S/F: Pablo Curatella Manes (1891 – 1962)”, en www.zurbarangaleria.com.ar.
6. Faccaro, Rosa: “Los acróbatas / Cómo ver la obra”, en La Nación Revista, Buenos Aires, 11 de enero de 2004.
7. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Tomo III. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
8. S/F: “Vida y obra del artista plástico argentino Lino Enea Spilimbergo”, en www.fundacionspilimbergo.org.
9. S/F: “Leo Vinci”, en www.artesur.com.
10. Aubele, Luis: “A boca de jarro Leo Vinci ‘Una obra es de arte si sigue las formas de la naturaleza’ “, en La Nación, Buenos Aires, 29 de febrero de 2004.
11. Selser, Claudia (texto); Grinberg, Ariel (fotos): “En tiempo y forma”, en Clarín Viva, Buenos Aires, 25 de septiembre de 2005.
12. en www.waltergabito.com.
13. S/F: “Margarita Fragnito”, en www.fragnitoart.com.
14. S/F: en Reichler, Guiora: En nombre de todas las soledades. Buenos Aires, Milá, 2005. 80 pp. (Poesía).
15. Reichler, Guiora: “Había un vez”, en Reichler, Guiora: op. cit.
16. Reichler, Guiora: “Doy gracias, Argentina”, en Reichler, Guiora: op. cit.
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Formados en la Argentina y en el extranjero, los escultores de sangre inmigrante brindaron su aporte al arte de la tierra que los recibió.
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Leo Vinci
Sólo tres dimensiones 1976
Resina polester patinada y hierro
(www.amigosmuseosivori.com.ar) |
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