Para superarnos

   
 


 

 

IyL

El Hotel de Inmigrantes

Colectividades Argentinas

Inmigrantes destacados

Inmigracion y Literatura

Antologia Inmigrante Argentina

Volver a Galicia

Acerca de la autora

=> Literatura universal

=> Literatura espaniola

=> Literatura Argentina

=> Literatura Argentina: Entrevistas

=> Literatura infantil y juvenil

=> Para educadores

=> Para superarnos

=> Periodismo y Publicidad

=> Cronicas de viaje

=> Novela historica

=> Biografias

=> Arqueologia

=> Mitos

=> Plastica

=> Musica

=> Mis libros

=> Un cuento enrollado

=> Virgiliana

=> Trabajos en Internet

=> Sitios en los que se linkean mis trabajos

=> Favoritos

=> Entrevistas a la autora

=> Crítica sobre la autora

=> Páginas web y blogs

=> Enlaces

Contacto

Libro de visitantes

Galeria de Fotos

 


     
 

 

 

LOS SEIS PILARES DE LA AUTOESTIMA, por Nathaniel Branden. Paidós, México, 1995. 361 páginas.

Según sus propias palabras, el autor se propone en este libro identificar, con mayor profundidad y amplitud que en sus escritos anteriores, los factores más importantes de los que depende la autoestima. Si la autoestima es la salud de la mente –dice-, son pocos los temas con una urgencia comparable.
Señala que, en lo sustancial, la obra consiste en su respuesta a cuatro interrogantes: ¿Qué es la autoestima? ¿Por qué es importante la autoestima? ¿Qué podemos hacer para elevar el nivel de nuestra autoestima? y ¿Qué papel desempeñan los demás en cuanto influencia para nuestro autoestima?
Propone, asimismo, seis prácticas que se generan interiormente y que tienen como consecuencia la autoestima; ellas son la práctica de vivir conscientemente, de aceptarse a sí mismo, de asumir la responsabilidad de uno mismo, de la autoafirmación, de vivir con propósito y de la integridad personal.
En cuanto a la importancia de este factor, Branden afirma que, aparte de las alteraciones de raíz biológica, no hay un solo problema psicológico que no pueda remontarse, al menos en parte, al problema de una autoestima defectuosa. Y ejemplifica su aseveración con ejemplos tomados de los pacientes que le tocó tratar, y otros tomados de su propia vida, como sus fracasos matrimoniales. Considera que la autoestima crea un conjunto de expectativas acerca de lo que es posible y apropiado para cada uno; esas expectativas tienen a generar acciones que se convierten en realidades, y las realidades confirman o refuerzan las creencias originales. Está convencido de que la autoestima –alta o baja- tiende a generar las profecías que se cumplen por sí mismas.
Nos pareció especialmente interesante en la obra todo aquello que tiene que ver con los niños. Destaca que los padres tenemos una incidencia fundamental en la adquisición de las bases de una sana autoestima, aunque admite que ningún estudio de investigación ha constatado que este resultado sea inevitable. Las familias que crean entornos destructivos son familias disfuncionales, y al igual que éstas, hay escuelas y organizaciones que son disfuncionales, porque “ponen obstáculos en el camino a un ejercicio de la mente adecuada”.
Dice Branden que parte de los mejores trabajos de los psicólogos sobre la autoestima han tenido lugar en el ámbito de las relaciones entre padres e hijos. Un niño, mucho antes de que pueda comprender las palabras, comprende el tacto, por eso es tan importante el contacto físico en la familia, y su ausencia puede tener consecuencias negativas en la adultez. Insiste asimismo en el amor, la aceptación, el respeto, la visibilidad psicológica (responder de una manera congruente), la crianza adecuada a la edad y el acertado manejo del elogio y la crítica.
Por lo expuesto, y por todo aquello que no podemos transmitir en esta breve reseña, creemos que este libro es de interés para padres y educadores, a quienes aportará muchas ideas y sistematizará las que ya tienen. Será de utilidad también para el público en general y para los terapeutas que tengan que enfrentarse a estas delicadas cuestiones.

EL TIEMPO, Azul, 30 de junio de 1996

 

CUANDO AYUDARTE SIGNIFICA HACERME DAÑO, por Carmen Renée Berry. Vergara. Buenos Aires, 157 páginas.

Este libro fue concebido a partir de la combinación de la observación profesional y la trayectoria personal de la autora. Analizando su comportamiento, Berry llegó a la conclusión de que, si bien creía estar haciendo "lo correcto" al ayudar a los demas, adoptando esa postura evitaba intimar con ellos y se situaba como alguien mejor, más integrado. Aunque también sufría, no sabía cómo dar señales pidiendo ayuda. Descubrió que tanto ella como muchos de sus colegas son adictos a colaborar con quienes los rodean y tienen que ayudar, porque es el único modo de ayudarse a sí mismos que conocen.
Así surgió este libro, en el que describe el dolor, los defectos, la ira y el coraje del ser humano. Ninguno de los personajes que aparecen en el volumen es un paciente concreto; sin embargo, todos están basados en historias reales de personas que compartieron su vida con la de la especialista.
Entre los candidatos a caer en la trampa del salvador, cabe destacar a los niños que provienen de familias numerosas, a aquellos cuyos progenitores se hallan física o mentalmente enfermos, a quienes provienen de familias con un solo progenitor, a los niños pertenecientes a familias donde ambos padres trabajan y no tienen tiempo ni energía para atenderlos y, por último, a los pequeños internados en colegios, que se sienten abandonados por sus familias.
Berry alerta a los lectores acerca de las consecuencias que la actitud de salvador tiene en quienes rodean al que la ha adoptado. Lejos de lo que podría pensarse, perjudica a los semejantes, pues bloquea la comunicación franca.
Se encontrará asimismo, en esta obra, ideas acerca de cómo escapar de la trampa, aprendiendo a aceptar el amor y el apoyo, que son, en definitiva, los únicos que pueden salvar al ser humano. Tradujo Ariel Bignami.

(EL TIEMPO, Azul, 23 de junio de 1991)

 

MANUAL DE JARDINERIA HUMANA, por Enrique Mariscal. Buenos Aires, Serendipidad, 1990. 91 páginas.

Enrique Mariscal es profesor de "filosofia,licenciado en ciencias de la educacion y psicologia, especialista en Planeamiento de recursos humanos (UNESCO); consultor de la Organización Mundial de la Salud (Naciones Unidas), director del Centro para el Desarrollo Docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y conductor de actividades de capacitación en universidades del pais y del extranjero y en importantes empresas e instituciones.
El autor define la jardineria como una actitud de vida, partiendo de la base de que, al igual que las plantas, el hombre necesita prevención, cuidado, asistencia y osadia para ser. Para dar lo mejor de cada uno es necesario liberarse de las malas hierbas que abundan en individuos, grupos e instituciones -el espíritu de crítica, la autoconmiseración y la suspicacia-; será fundamental contar con H2O -Honestidad, Humildad y Osadía- y cuidarse de las plagas peligrosas: la envidia, el odio, los celos, la belicosidad, la culpa, la molicie, la falta de grandeza.
El jardinero siembra sin mirar hacia atrás, confiando en que no todas las semillas caeran sobre piedra. Una sola de ellas que fructifique bastara para testimoniar su obra. ¿Que saldra de la semilla que el jardinero plantó? Sea la planta que fuere, lo que interesa es que crezca en plenitud: "¿0 acaso el clavel es mejor que el tulipan, o viceversa? Lo importante es ser todo clavel; no a medias, clavel interrumpido, proyecto de clavel".
Imagina al ser humano como un arbol invertido, con la raiz en el cerebro, que durante el crecimiento necesita de un tutor; este tutor tendrá que proteger al retoño pero no anularlo ni imponerle sus propias convicciones. El proceso de desarrollo del hombre es esencial en este libro, pues en esta etapa es cuando deben surgir las orientaciones mas profundas para toda la vida. Se nos suele aconsejar plantar un arhol, tener un hijo y escribir un libro; para Mariscal esto no alcanza, puede ser contraproducente si no se ha despertado al espiritu a la motivación correcta que lleva a plantar, procrear o
escribir.
Leyendo y meditando este texto, realizando las actividades que en él se propone, partiremos en busca de "esa fuerza amiga perdida", el impulso de plenitud. Y esa búsqueda nos recordará que, como el arbol, necesitamos el apoyo de otros para crecer, a la vez que podemos devolverles el tiempo y el esfuerzo que invirtieron en nosotros. Ilustro Alejandro Perez Alvarez.

LA PRENSA, 3 de marzo de 1991

 

EXPERIENCIAS GUIADAS, por Silo. Editorial Plaza y Janés, 1989. 124 páginas.

Los lectores sabrán que Silo es el seudónimo de Mario Luis Rodriguez Cobos, nacido en Mendoza en 1938, ya que es conocido como el autor de Humanizar la tierra, textos publicados e1 año pasado, y tambien escribio los ensayos Sicologia de la imagen, Discusiones historiológicas e Inconsistencias en la fundamentación de la lógica de La verdad. Los titulos nos dan una idea acerca de la vertiente que cultiva el escritor mendocino, en la que confluyen la narrativa y la indagación de la propia interioridad.
La obra que nos ocupa esta dividida en dos partes. La primera de ella, "Narraciones", es un conjunto de cuentos, aunque, como veremos, de características diferentes de las habituales. "Juegos de imagenes", la segunda parte consta de descripciones que quiza no tengan la perfección ficcional de las primeras paginas (en el sentido de historias acabadas), pero que comparten con ellas, lógicamente, una misma voluntad de estilo.
Este libro es fiel a su titulo desde el primer momento, pues los textos son, realmente, una guía para realizar una introspeccion fructifera. En muchas de las oportunidades, Silo postula 1a revision
del pasado para liberarnos de los recuerdos que nos aquejan; propone tambien examinar si los hechos que nos amargan son en verdad como los recordamos o si, por el contrario, atribuimos a los demas las culpas que nos corresponden.
Para lograr que el lector ahonde en su propio espiritu, ha dispuesto el texto en forma curiosa: un asterisco, de cuando en cuando, nos indica que ese es el punto en el que debemos participar con nuestras propias vivencias, por ejemplo: "Entonces, con todo mi ser, perdono y me perdono. Admito aquello que ocurrió como algo incontrolable para mi y para otros (*)". La estructura del texto posibilita al receptor participar en el mismo y extraer valiosas conclusiones.
Dos son, a nuestro criterio, las ideas basicas de Silo: es necesario rever el pasado para entenderlo y aceptarlo, y esa revision debe ser hecha con inteligencia y bondad, pero tambien con el sentido de justicia que sólo nos proporciona el paso del tiempo. Es esta una propuesta loable y enriquecedora, que ayuda a pensar y a crecer.

LA PRENSA, 21 de octubre de 1990

 

COMO SUPERARSE A SI MISMO, por A. L. WILLIAMS. Grijalbo. Buenos Aires. 285 paginas.

Hace poco mas de veinte años, el autor era entrenador del equipo de rugby de un colegio secundario en Georgia, Estados Unidos. Estaba casado y tenía dos bijos de corta edad; su esposa era maestra y, aunque no pasaban privaciones, tampoco les sobraba dinero. Un dia, WIlliams decidio que su vida debía cambiar, y se volvió multimillonario, convirtiendo la empresa que dirige en líder del ramo del seguro de vida individual.
En este libro, basado en su propia experiencia, presenta un plan de seis puntos mediante el cual se podra trasformar uno mismo en un triunfador. El secreto no está en tener una familia influyente, estudios en las universidades mas caras, elegancia en el vestir y personalidad carismática; nada de eso, lo importante es para Williams tener deseo de triunfar.
Existe una formula magica para ganar y, es muy simple. El autor cree que trabajando duro se puede superar al 50 por ciento de la gente; siendo una persona honesta e integra y creyendo en algo, quedará superado otro cuarenta por ciento, de modo que solo habra que competir con un diez por ciento, lo cual plantea una pelea muy reñida en el sistema de la libre empresa.
Esta fórmula nos da una idea de los principios morales de Williams, quien destaca en todo momento la importancia de la gratitud, el amor, o la vida en familia y el ahorro.
Su plan le ha dado resultado -es evidente-, pero se nos ocurren dos preguntas: en un pais como Argentina ¿alcanza con desear algo? Y la otra pregunta: ¿estaremos dispuestos a olvidar nuestra vocación y los años que invertimos en facultades, cursos, seminarios, etcetera? Porque Williams tuvo que olvidar el rugby, y dice que ésa fue la decision mas difícil de su vida, pues siempre habia querido ser entrenador.
Cada uno encontrará sus propias respuestas, leyendo este libro, interesante por estar escrito con sentido comun y amenidad. Tradujo Jose Manuel Pomares.

(LA PRENSA, 26 de agosto de 1990)

 

EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO, por Viktor E. Frankl. Editorial Herder. Barcelona, 132 paginas.

Viktor E. Frankl es catedratico de Neurologia y Psiquiatria en la Universidad de Viena y enseña Logoterapia en la Universidad Internacional de San Diego (California). Es el fundador de la Logoterapia, denominada por diversos autores la "tercera escuela vienesa de psicoterapia", entendiendo como antecesoras el psicoanaIisis y la psicologia individual. Esta teoria fue definida por el medico con las siguientes palabras: "en la Logoterapia, el paciente permanece sentado, bien derecho, pero tiene que oir cosas que, a veces, son muy desagradables de escuchar".
En esta obra, el doctor Frankl recuerda la experiencia' que lo llevó al descubrimiento de su terapia. En su juventud, ya egresado de la Carrera de Medicina, fue prisionero en un campo de concentracion; allí murieron sus padres, su hermano y su esposa. En tan amarga circunstancia, Frankl se preguntaba que sentido tenia padecer tantos horrores y, halló la respuesta para su interrogante.
En la primera parte, titulada "Un psicólogo en un campo de concentración", analiza las tres etapas par las que atraviesa una persona que sufre esta experiencia. Primeramente, se ocupa de la internación en el campo: la llegada de los prisioneros a Auschwitz, las primeras reacciones, el deseo de “lanzarse contra la alambrada". Las otras dos fases comprenden la vida en la prisión y cuanto acontece luego de ser liberados.
En la segunda parte, el autor se explaya acerca de su teoría, considerando problemas como la frustración existencial, la neurosis colectiva, el sentido del amor y la transitoriedad de la vida. Completa esta sección la nomina de bibliografia sobre el tema, que incluye libros, articulos periodisticos y peliculas. '
De inestimable interes para el especialista, la obra es accesible al publico en general; Frankl aparece en ella como un gran estudioso y, al mismo tiempo, como un hombre profundamente integro.

(EL TIEMPO, Azul, 6 de marzo de 1988)

 

COMO DOMINAR EL TIEMPO, por Jean-Louis Servan-Schreiber. Buenos Aires, Editorial Emecé, 1986. 199 páginas.

Servan-Schreiber, periodista, editor de "L'Expansion" -la mas importante revista francesa de actualidad económica- ha reunido en este volumen los planteamientos principales que él mismo se hizo acerca del tema, cuando su exitosa trayectoria le demandó una mejor organización a fin de aprovechar mejor sus propias posibilidades. Al iniciarse en su actividad, comprendió que la correcta programación de sus tareas era un factor de suma importancia que podía acercarlo a las metas anheladas. Fruto de esa reflexion es esta obra, que permaneció durante cuatro meses en las listas de best sellers de Francia.
El volumen podría dividirse -aunque el autor no lo explicita- en tres grandes temas: la consideracion general acerca del tiempo en si, las razones por las que no sabemos harer buen uso de el y las posibles soluciones a este problema; estos aspectos son acompañados por una "breve antologia de ideas", en la que recoge frases de ilustres personalidades de toda la historia. Ensayando una definición, el autor afirma que "el tiempo es aquello que mide una transformación", idea que, a su criterio, no nos gusta, ya que tiene la connotación de algo que avanza, y ya sabemos cual es el fin de todo ser viviente.
Hay -señala Servan-Schreiber- tres tiempos que se entrecruzan en cada uno de nuestros minutos: el tiempo natural, "el de los quince mil millones de años transcurridos desde el big bang original"; el tiempo social, totalmente externo a nosotros -en una isla desierta, nos seria imposible advertirlo- y el tiempo vivido, que esta ligado al anterior pero no debe confundirse con el, ya que esta constituido por nuestras percepciones, nuestros sentimientos, nuestra biologia. Este ultimo nos parece el mas "real", ya que en el inciden poderosamente nuestras vivencias, transformando los meses en horas y las horas en años, según nuestro particular estado de animo. "El tiempo es la sustancia de que estoy hecho -leemos a Borges en la Antologia-. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el rio; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego".
Motivos de muy diversa indole hacen que no sepamos manejarnos con desenvoltura en la "cuarta dimensión". El autor los ha agrupado bajo las denominaciones de "ladrones externos" y "ladrones internos"; entre los primeros encontramos las llamadas telefonicas imprevistas o inutilmente largas, los tramites personales o familiares, las reuniones demasiado frecuentes y las interrupciones por parte de los niños -es padre de cuatro- o de los progenitores. Conforman el segundo grupo factores como la confusion y superposición de responsabilidades, la falta de orden, la incapacidad para decir "no" y el detallismo excesivo, entre otros. Denomina internos a estos últimos porque dependen exclusivamente del sujeto y son el producto de su mala organización, no de factores extrinsecos. Pero -advierte- quien sea honesto consigo mismo comprenderá que muchos de los "ladrones externos" no son sino "ladrones internos" disfrazados. A modo de ejemplo, puede observarse que, en muchos de los casos, el factor externo de las llamadas telefonicas o de las reuniones frecuentes surge del factor interno de la incapacidad de negarse a ellas. Dicho de otro modo, estariamos descargando nuestra responsabilidad con la excusa de que la circunstancia no depende de nosotros. Lo mismo sucede, en algunas oportunidades, con los engorrosos trámites, que nos hacen perder horas valiosas y no son mas que el fruto de no saber o no querer delegar.
Una vez analizadas concienzudamente estas cuestiones, nos queda el problema de cómo organizar aquellas obligaciones que son genuinamente de nuestra competencia.
El autor nos presenta una estrategia para convertir al veloz avance de los minutos en nuestro aliado. Lo primero que debemos hacer, es recurrir a una agenda; "En el Far West -comenta- el cowboy que queria palpar su independencia acariciaba la culata del revolver que llevaba al cinto. Yo llevo mi agenda en el bolsillo de mi corazón y cuando me quito el saco lo dejo a mano". Otro de los recursos utiles es dedicar una parte de la jornada a planificar las tareas a realizar, procedimiento que el autor denomina "dar tiempo al tiempo"; invirtiendo algunos minutos en la planificación, se economizarán muchas horas.
A mas largo plazo funciona el recurso denominado "Memoria", que es, en realidad, un fichero con treinta y dos divisiones, una para cada dia del mes y otra para el mes siguiente. La "Memoria" permite organizar las actividades con mucho tiempo de anticipacion, ya que la ultima division, correspondiente aI mes proximo, nos permite tener en cuenta informacion y compromisos que sin duda olvidariamos. Como podemos observar, Servan-Schreiber insiste en el uso de papel y lapiz, ya que -afirma- la mente tiene funciones mucho mas importantes que la de ser "playa de estacionamiento de ideas", las que, por otra parte, interfieren nuestra actividad al preocuparnos por no olvidarlas.
Este es, en resumidas cuentas, el contenido del volumen. Su principal valor radica -a nuestro entender- en el planteamiento de las causas, a menudo subconscientes que nos impiden organizarnos adecuadamente: el deseo de llamar la atencion, el miedo al bienestar, la búsqueda de la apariencia, etc. De ellas depende, en la mayoria de los casos, la ineficiencia. Tradujo Daniel Zadunaisky.

LA NUEVA PROVINCIA, Bahía Blanca, 15 de enero de 1987

 

COMO HABLAR EN PUBLICO Manual de oratoria contemporánea, por Ignacio Di Bártolo. Ediciones Corregidor. Buenos Aires. 181 paginas.

Ignacio Di Bártolo es medico, jefe del departamento de pediatria del Hospital Aleman de Buenos Aires. Ejerció la docencia universitaria durante dos decadas y actualmente dirige la formación de posgrado en el servicio a su cargo. Es autor de numerosos trabajos científicos y de tres libros vinculados a 1a especialidad y ha sido distinguido con varios premios por su actividad cientifica.
El lector se preguntará, sin duda, cómo un pediatra ha llegado a escribir un manual de oratoria; la respuesta es simple: alguien le pidió en cierta ocasión que le enseñara cómo dar una conferencia.
Di Bártolo contaba, en ese momento, con veinte años de docencia en su haber, durante los cuales "habia aprendido a hablar bien, a planear una conferencia, a enseñar con la conciencia de que quien escuchaba, entendía y aprendía". A este bagaje inicial sumó el estudio de la bibliografía disponible sobre oratoria, y de todo ello surgió un curso que repitió en distintos puntos del país con inesperado éxito.
Asi, al margen de su labor en el ambito de la medicina, pudo acercar al público en general una valiosa herramienta de trabajo para quienes asumen la responsabilidad de hablar en publico. Sin embargo, el autor hace la salvedad de que su libro no está destinado al experto docente o al experimentado conferenciante sino a oradores noveles.
Analizando el tema desde la triple perspectiva del que habla, de lo que dice y del auditorio, aporta sugerencias que merecen ser tenidas en cuenta, partiendo de la base de que muchas veces son los detalles los que hacen fracasar una exposicion: posición y actitud del orador, monotonía de la voz en quien pronuncia un discurso aprendido de memoria, etcétera.
Esta obra apunta a la técnica de la oratoria desde un punto de vista humano, presentando como elemento fundamental la comunicación y una actitud vital generosa. Ilustró Luis Ordoñez.

(LA PRENSA, Buenos Aires, 20 de mayo de 1990)

LOS PROBLEMAS DE LOS NIÑOS. Una guia practica para prevenirlos o tratarlos, por Martin Herbert. Sudamericana - Planeta. Buenos Aires, 1987. 251 paginas.

A menudo se escucha que los padres están preocupados por un hijo que les da problemas; a criterio del autor, todos, en mayor o menor medida, hemos causado trastornos a nuestros padres, y ello no puede considerarse anormal. De todos modos, para ayudar a familiares y maestros, Herbert ha escrito esta obra, en la que analiza tanto los problemas cotidianos como los mas serios, aunque excluye las alteraciones psiquiatricas graves.
Enseñará, por otra parte, a detectar las conductas que puedan ser sintoma de alguna anormalidad; hay ciertas señales que avisan de la existencia de algun trastorno que merece ser encarado responsablemente. Los niños no son capaces de expresarse como los adultos; muchas veces no comprenden qué les sucede y, por tanto, no pueden verbalizarlo. EI autor postula Ia teoria de que los padres y maestros pueden acercarse a ellos y establecer una comunicacion directa analizando sus actitudes; observar la conducta de un niño será Ia mejor manera, aunque no la mas sencilla, de compartir su mundo.
Herbert, Profesor de Psicologia en la Universidad de Leicester, aborda en esta obra interesantes asuntos, que orientarán tanto a padres como a médicos y educadores. La primera parte se ocupa del problema de conducta en sí y de la razon por la cual aparece; seguidamente, se ocupará de los vinculos del amor, las habilidades y las relaciones sociales. La escuela y sus problemas y los temas que preocupan a los padres son otros de los asuntos encarados, con amenidad y didactismo, por el sensato estudioso.
Completan la obra dos apendices, lecturas recomendadas, bibliografia e indice analitico. Tradujo Maria Dolores Luna.

EL TIEMPO, Azul, 30 de abril de 1988

 

LA FELICIDAD DE NUESTROS HIJOS. Prepáreles para su futuro, por Wayne W. Dyer, Buenos Aires, Editorial Grijalbo. 411 páginas.

El doctor Wayne W. Dyer, profesor adjunto del Departamento de Psicología del Asesoramiento en la Universidad neoyorquina de St. John's es ampliamente conocido en
nuestro medio por su obra Tus Zonas Erroneas, en la que intenta enseñarnos a manejar nuestras propias emociones. La Felicidad de Nuestros Hijos continúa la línea esbozada en los anteriores, ya que analiza con lenguaje claro y sencillo los principales errores en que suelen caer los padres al educar a los niños.
Este volumen, titulado en inglés ¿Qué deseas realmente para tus hijos?, se divide en diez capítulos, en los que se ocupa de cada uno de los anhelos que le manifestaron con mayor asiduidad los progenitores con los que está en contacto en su labor cotidiana. A esta experiencia laboral se suma, lógicamente, su propia experiencia como padre de cinco hijos, que oscilan entre la edad universitaria y la primera infancia.
Para exponer el tema, ha recurrido a la fórmula que emplea habitualmente, en su tarea de asesor. Dicha fórmula consta de tres pasos: primeramente, se busca la causa de los problemas, o se estudia la situacion inicial; en segundo término, se establece cuales son sus desventajas -aquello que Dyer denomina- "dividendo neurotico" de una conducta- y, por último, se plantean las posibles soluciones. Entre los deseos de los padres consultados se mencionan la capacidad de los niños para afrontar riesgos, para disfrutar de una existencia pacifica, para autovalorarse; en fin, todo lo que nos enaltece como seres humanos. Estos padres que expresan tantas buenas intenciones suelen ser, con frecuencia, obstáculos para que las mismas se concreten, evidenciándose así una oposición entre lo que se proponen y la forma en que suponen que lo llevarán a cabo.
El doctor Dyer destaca, fundamentalmente, la necesidad de predicar con el ejemplo. De nada servirá una explicación o una exigencia, si ellos mismos no cumplen con lo que enseñan. Un niño pacifico lo será sólo si ve que sus progenitores aprecian esta cualidad, empleándola en su trato cotidiano. Por otra parte, el autor se pregunta si no se está actuando –a sabiendas o no- por propia conveniencia; muchos padres que confiesan desear un hijo limpio y ordenado, están diciendo, en realidad, que lo que quieren es que no se los moleste. Lo mismo sucede cuando castigan a los niños; un adulto que castiga físicamente puede estar demostrando que necesita sentirse temido ya que -afirma Dyer- ningun niño aprende a los golpes .
El autor se propone educar para el crecimiento espiritual, forjar una persona "Sin Limites", entendiendo por ello el individuo que se siente capaz de emprender nuevas tareas, teniendo en cuenta el riesgo que implican. Crecer es cambiar, y esto se aplica no sólo a los niños; todos nosotros, en un momento u otro de nuestra vida, debemos tomar decisiones, debemos elegir, independientemente de nuestra edad.
Nuestra postura ante el futuro surgirá, en no poca medida, de las armas con que contemos para enfrentarlo. La persona “Sin Limites” podrá evaluar sus decisiones y, en caso de equivocarse, podrá volver a empezar, capitalizando los errores. Esto, lógicamente, debe ejercitarse desde la infancia.
Muy relacionado con la personal postura frente al devenir se encuentra el problema de la autovaloración. Muchos padres degradan continuamente a sus hijos; Dyer enumera las formas en que eso se evidencia. Cuando un niño actua mal, suele decirsele que es una mala persona, cuando, en verdad, sólo ha actuado mal; lo que debe cuestionarse es su actitud en determinada circunstancia, y no su vida en general. Contribuyen a degradar al hijo, tambien, el empleo de apodos que, aunque al padre puedan parecerle cariñosos, son el recuerdo constante de su defecto fisico, y el considerarlos "adultos imperfectos" que se encuentran en la "sala de espera" de la vida hasta que se conviertan en personas utiles.
Basándose en estudios realizados hace poco tiempo, Dyer nos habla de la personalidad “Tipo A”. Esta es – a nuestro criterio- la parte más interesante de la obra. El “Tipo A" es “alguien cuya pauta de vida está marcada por un apremiante sentido de la urgencia, la ‘enfermedad de la prisa’, la agresividad y la competitividad, combinadas habitualmente con un grado variable de hostilidad”. Más del noventa por ciento de quienes fallecen de un ataque cardiaco antes de los sesenta años, en los Estados Unidos, pertenecen a este grupo. Desde la infancia puede condicionarse ya el futuro del hijo, pues hay factores que lo predisponen a ser uno de los individuos descriptos por Dyer.
Negarse a reconocer los meritos, exigir a los niños resultados óptimos en todo lo que hacen, interferir constantemente en su vida, insistir en que tienen que crecer mas, son algunas de las causas que llevan a un ser humano a sufrir presiones constantes, aunque ellas se relacionen con actividades superficiales. Con un ejemplo risueño, Dyer insta a los padres a evaluar a su hijo segun la edad; les dice: "Si llevas a un niño de cuatro años a un restaurante, comprende que no se comportará como si tuviera doce, igual que tú no eres capaz de actuar como si fueses una jirafa". Esta es una realidad que muchos parecen olvidar.
La necesidad de estimular la creatividad del chico, la importancia de librarlos de culpas que no conducen a nada, la forma en que podrá ayudarseles a vivir su presente de niños, son otros de los temas que se analizan en este libro. Los padres podrán, con la ayuda de esta obra, manejar las situaciones. Muchos sabrán hacerlo intuitivamente, no lo dudamos; ellos podrán entonces comprender, mediante la lectura de estas páginas, cuánto bien están haciendo a sus hijos. Tradujo Alejo Torres.

LA NUEVA PROVINCIA, Bahía Blanca, 30 de abril de 1987

 

 
 

 

 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis