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VIRGILIANA
A la vera del camino
Hiciste que me sentara.
“Tómate tiempo –dijiste-;
no dejes pasar, como tantas otras,
esta mañana plena de luz.
No dejes escapar de tus manos
el relámpago irisado
que abre la dorada puerta del ayer.
Sígueme por el sendero
largamente evitado.
Surcaremos
una blanca corriente,
un río de sangre.
Calma en mí tu sed.
Busca en mí las fuerzas.
Soy para ti mago,
loco, genio, poeta.
Soy el vate capaz
de descifrar cualquier oráculo.
Soy tu maestro,
tu hombre, tu amigo....
Dáme la mano, ya no temas.
Caminaremos de nuevo el viejo,
oculto camino.
Debemos andar mucho,
Recuperar en cada paso
Un ayer antes negado”.
El grillo Nª 10 Mayo-Junio de 1994.
ULTIMA NECAT
Circular, lineal,
contradictorio,
el tiempo nos abruma.
Relojes ondulantes,
dalineanos,
nos hablan del flagelo
renovado
de saber que los días,
que las horas,
tienen ya un límite
despiadado.
(EL TIEMPO, Azul)
DE ESPAÑA
I
Rosalía, triste,
junto a la ventana,
escribe al amor
de la antigua llama.
Doliente y hermosa,
la tierra gallega,
crece entre sus manos,
libre, sin fronteras.
II
A más de cien años, Gustavo Adolfo,
el espíritu, desafiando el tiempo,
te aproxima.
Porque el amor que cantaste nos enaltece,
porque el ideal es aún inalcanzable,
vive tu verso
III
Baroja, de ti,
la edad debiera alejarme.
Poca es,
para tanto escepticismo.
Sin embargo,
tu vivencia me transmites,
de un siglo a otro,
perdurando.
("De España" fue uno de los tres poemas que presenté en 1994 en el Concurso Literario convocado por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Buenos Aires, Categoría Familiares de Profesionales. Esos poemas fueron distinguidos con el Segundo Premio, por el Jurado que integraron María Angélica Bosco, Nicolás Cócaro y Eduardo Gudiño Kieffer).
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